Las impresionantes imágenes aéreas del documental Centinelas del silencio, tomadas hace más de 50 años desde un helicóptero para mostrar la grandeza de seis zonas arqueológicas del país, motivaron al director Francisco Laresgoiti a emular esa hazaña, solo que ahora con drones de última generación, con lentes especiales de 360 grados que le permitieron lograr la inmersión en cada uno de los rincones de estos centros ceremoniales prehispánicos.
“Durante la pandemia en 2021 aprovechamos las mañanas y en las tardes, cuando los sitios estaban cerrados al público para filmar con drones, y aunque no es nada novedoso volarlos porque ya lo hace mucha gente, pasamos cerca de las edificaciones, incluso las recorrimos por dentro e hicimos vuelos a nivel de piso, así que hay algo de audacia”, precisó.
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Previo a la presentación del documental Santuarios del infinito en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Laresgoiti dijo a MILENIO que contaron con el total apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para ingresar a las zonas arqueológicas, aunque se trata de una producción totalmente privada.
Indicó que el proyecto surgió porque cuando era niño vio el documental Centinelas del silencio, producido por Manolo Arango y dirigido por Robert Amram, con las imágenes de los sitios arqueológicos de Tulúm, Chichén Itzá, Uxmal, Palenque, Monte Albán, Teotihuacán, y quiso rendir un homenaje a este trabajo que incluso ganó dos Oscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas en 1972.
Se presentan ocho sitios arqueológicos, dos más de los que se exhibieron en el documental de 1950. “Agregamos dos santuarios, uno fue Calakmul, por la poca accesibilidad para visitarlo, en el estado de Campeche, una de las mayores ciudades del mundo maya”, reconocida como la segunda reserva natural más grande de América, inscrita por la UNESCO como Patrimonio Mixto de la Humanidad en 2014. “El otro lugar fue Paquimé, un sitio que casi nadie conoce”, con una extensión de 146 hectáreas, ubicada en el noreste del estado de Chihuahua.
Explicó Laresgoiti que la narración tanto en inglés como español es de Lila Downs, como en su momento prestaron sus voces para Centinelas del silencio prestaron sus voces Orson Welles y Ricardo Montalbán, para las versiones de inglés y de español, respectivamente.
Los textos del nuevo documental son del historiador y director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit, “era la persona correcta y con gran sensibilidad para escribir de manera poética lo que estaba viendo en esas imágenes que hicimos nosotros. Sus textos son preciosos”.
La música del corto documental es de Jorge Reyes, a quien considera como el “Pink Floyd mexicano. Yo fui su amigo, como falleció hace algunos años, hablé con su familia y pude acceder a su música, ya que él es un grandes de la música de los sonidos prehispánicos mezclados con tecnología digital”.
—¿Por qué no hablar además de los reveladores descubrimientos que se han hecho a lo largo de los últimos años en las zonas arqueológicas?
Este documental Santuarios del infinito, es la punta del iceberg de un proyecto más grande, este corto dura 23 minutos, pero ya estamos trabajando ahorita te lo puedo adelantar, en un proyecto que se llamará Atalaya, 50 años de arqueología y de evolución tecnológica. El cual mostrará material inédito de cuando se filmó Centinelas del silencio, con el helicóptero, teniendo entrevistas con el productor Manolo Arango y Robert Amrand, así como con 16 arqueólogos de cada uno de los sitios contemplados.
Para contestar en específico, en Atalaya se verán todos los descubrimientos que visitamos, este pastel viene más tarde, se estrenará en la primavera del 2024. Nos encontramos en este momento recopilando imágenes de archivo del INAH y de la empresa de Arando. Será una pieza que elaboraremos con mucho cuidado”.
Santuarios del infinito se proyectará posteriormente en museos y recintos del INAH.
PCL