Atender el bienestar integral de las familias no solo en lo económico, sino en la relación interpersonal, el aspecto espiritual, además de ayudar a los jóvenes y orientarlos para tener un proyecto de vida son parte de los intereses del obispo de la Diócesis de Tehuacán, Gonzalo Alonso Calzada Guerrero.
En entrevista con MILENIO Puebla, el obispo reveló su interés por acompañar y guiar a la juventud, pues “algunos no encuentran qué hacer, hacia dónde orientar su existencia y es ahí donde se tiene mucho trabajo”.
Gonzalo Alonso Calzada Guerrero es originario de San Luis de La Paz, en el estado de Guanajuato, y el 4 de diciembre cumple tres años de haber llegado al municipio de Tehuacán, procedente de la Arquidiócesis de Oaxaca, donde fungió como obispo auxiliar durante seis años.
El obispo de Tehuacán comentó que forma parte de una familia de diez hermanos, quienes en su mayoría viven en San Luis de La Paz. Asimismo, narró que su vocación religiosa nació desde su adolescencia, por lo que a los 12 años ingresó al seminario, camino “al que Dios me ha llamado y he estado recorriendo desde el 18 de mayo de 1986, cuando fui ordenado sacerdote en la Diócesis de Celaya”.
Su vocación ha sido muy cercana con su labor social, pues le interesa el bienestar de las familias, que los jóvenes tengan acercamiento con la Iglesia y que haya una formación integral y cristiana más sólida, la cual “llegue al corazón de las personas para que quienes han sido evangelizados lo puedan hacer en su vida y en su compromiso con la sociedad”.
En ese sentido, consideró que la Iglesia católica debe abrir las puertas hacia la comunidad: “Es algo que ahora el papa Francisco ha estado pidiendo, que (los sacerdotes) hagan más para ser escuchados no solo por quienes forman parte de la Iglesia, sino por la sociedad en general. Las situaciones que estamos viviendo son tan complejas, se presentan tantos retos. La Iglesia católica hace lo propio frente a la comunidad, pero se tienen que reunir las fuerzas de tantos grupos de la sociedad”.
Por ello, el obispo de Tehuacán comentó que para que los jóvenes se acerquen a la Iglesia se trabaja en la formación cristiana de una manera completa e integral: “Tienen que llegar a la cuestión vocacional, es decir, cada persona que se forma busca descubrir qué es lo que desea. El trabajo de formación pastoral tiene un campo preparado, de tal forma que los jóvenes reciben acompañamiento tomando sus decisiones para que vayan discerniendo sobre lo que quieren y respondan con generosidad. Para alcanzar esto se necesita de un proceso que deben trabajarse desde la Iglesia, la familia, escuela, porque se trata de ayudar a la gente: que descubra el camino por el que puede realizarse como persona. Debe hacer un trabajo conjunto”, dijo.
Además, el obispo resaltó que se trabaja en las parroquias con grupos juveniles y se organizan encuentros, “pero necesitamos replantearnos cómo llegar a los jóvenes hoy en día para ayudarles, acompañarles en su caminar y así puedan ir descubriendo lo que Dios espera de ellos”.
Asimismo, consideró que ha faltado atención, por lo que la Iglesia ha retomado el contacto con este sector de la población.
Atención a adultos mayores
El obispo de Tehuacán comentó que, en su mayoría, los adultos mayores acuden a los templos porque se sienten acogidos y escuchados: “Eso es importante, además el gobierno también está haciendo su labor en la asistencia social a este grupo de personas”.
Por ello, comentó que son uno de los sectores que requieren mayor atención integral, “porque son personas que tienen una riqueza que compartir, su experiencia por los años vividos. Se deben integrar más para que sean pilares, soportes de la sociedad”.
AFM