El dramaturgo inglés Peter Brook, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2019, afirmó ayer sobre William Shakespeare, del que es un destacado experto, que “nunca le entenderemos” y que “resulta ridículo intentarlo”.
“Es alguien al que durante años hemos intentado saber quién es y eso es algo ridículo porque nunca lo entenderemos”, indicó ante un público entregado en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, que lo recibió y despidió de pie entre aplausos y vítores.
En una conversión sobre el escenario con el actor Antonio Gil, con el que ha coincidido en algunas ocasiones, el llamado “maestro de generaciones” explicó con mucho humor su primer contacto con la cima de la literatura británica.
Fue con Hamlet, de muy pequeño, entonando el famoso monólogo del protagonista con la calavera de Yorick en la mano. Repitió tantas veces el Ser o no ser con su “vocecita de niño pequeño”, que terminó por acabar con la paciencia de sus padres, que por entonces lejos estaban de saber que su hijo terminaría convirtiéndose en tan afamado dramaturgo.
Este polifacético inglés, que se estrenó como director a los 20 años, sigue en actividad constante.
Brook habló del proceso creativo y se detuvo ampliamente en el universo de Shakespeare, del que dijo que en sus obras no hay personas, hay personalidades —en lo que coincide con el fallecido Harold Bloom— y no solo héroes si no seres humanos, “y cuando más profunda sea la representación del actor, más profunda será la persona que esté allí presente”.
El jurado lo cataloga como el mejor creador de teatro del siglo XX, idea que, dijo, le retrotrae a su obra El espacio vacío, con tan solo un actor y un público frente a él.
“Podemos casi volar como Aladino en la alfombra mágica a muchos lugares”, comentó sobre el hecho creativo.
Sobre lo que queda de Los hilos del tiempo, su libro de memorias, y sobre el niño que fue, dice que sigue todo igual. “Todos somos parte de esto tan extraordinario que se llama Humanidad y también hay algo en ella que es el ser humano, nadie sabe nada de los misterios del ser humano; y mientras haya vida, habrá lo desconocido y lo estaremos explorando juntos, como cuando era niño”, reflexionó.
LAS CLAVES
GIRO EN SU CARRERA
Tras participar en un taller con Jean-Louis Barrault, se unió al Teatro de las Naciones en París, que significó un giro en su carrera.
MULTICULTURALIDAD
En París creó un centro de investigación y creación con actores de diversas partes del mundo.
ACTIVIDAD ACTUAL
Actualmente Brook dirige el Centro Internacional para la Investigación Teatral de París, cuya sede es un teatro quemado.