Secretaría de Cultura premia tesis enfocadas a la conquista y la resistencia indígena

Los trabajos de licenciatura fueron presentados por alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Veracruzana.

Los ganadores durante la ceremonia de premiación. (Foto: Especial)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Durante la entrega del “Premio Especial 500 años: Conquista y Resistencia Indígena”, la subsecretaria de Vinculación Cultural, Marina Núñez Bespalova, reconoció que los trabajos de investigación que respondieron a la convocatoria dejan constancia de que la historia de la conquista y la resistencia indígena aún no se terminan de contar.

“Las tesis o trabajos de investigación hacen que la historia de todos los rincones de nuestra nación se siga contando. Los ganadores representan una gran variedad de temas y de intereses, y de espacios en los que cada uno de ellos trabaja y lleva a cabo sus distintas investigaciones. Esto nos dice mucho sobre el interés intelectual que nuestros jóvenes están demostrando no solamente en un sitio, sino en diversas regiones del país. Vamos a ver de qué manera difundimos este conocimiento, porque conocimiento que no se difunde es un conocimiento que se pierde”, enfatizó durante el acto de entrega de los reconocimientos, en el Museo del Templo Mayor.

Desde su perspectiva, la conmemoración por los 500 años de Resistencia indígena no se puede entender sin pensar en todo aquello que ha registrado a nuestro pasado, todo lo que han escrito y leído cronistas, investigadores e investigadoras, divulgadores, quienes han contribuido a que todos los resquicios de nuestra memoria se conserven.

“De nada valdría conmemorar sin reflexionar. Conocemos más gracias a la labor que especialistas como ustedes llevan a cabo y el hecho de aprender, conocer y pensar, quizá sea una de las mayores riquezas a la que podemos aspirar”, en palabras de Marina Núñez Bespalova.

En la ceremonia, que también sirvió para la inauguración de la exposición temporal Tenochtitlan y Tlatelolco A 500 años de su caída, Felipe Ávila, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), aseguró que buena parte del origen ético, económico, político cultural y religioso de lo que hoy es México, proviene de los acontecimientos que sucedieron hace 500 años en este territorio.

“En 1521 cayó la ciudad de Tenochtitlan, sede del imperio y corazón de la Triple Alianza. Como han mostrado las más recientes investigaciones, la caída de Tenochtitlan, que se había interpretado como la hazaña de un pequeño grupo de españoles sobre millones de pobladores indígenas, alegando una supuesta superioridad civilizatoria, militar, económica y cultural, fue una mentira, pues en realidad ocurrió una guerra mesoamericana, en la que los pueblos sometidos por la Triple Alianza emprendieron una lucha de liberación y se aliaron a los invasores españoles para ello”, recordó el historiador.

Desde esa mirada, la caída de Tenochtitlan y las guerras posteriores fueron realizadas por pueblos indígenas que se asumieron como pueblos conquistadores, que apostaron por su libertad y mejores condiciones de vida, y que se aliaron para ello con los invasores españoles, resaltó Felipe Ávila.

Antes de la entrega de los reconocimientos, dirigido a personas que hayan concluido trabajos de investigación, como tesis de licenciatura en Historia, Arqueología, Etnología o áreas de disciplinas sociales afines que aborden temas relacionados con el proceso de conquista, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, habló de las enseñanzas de la historia y que, muchas veces, permanecen hasta nuestros días.

“Si algo nos enseña la antropología y la ciencia política es que, donde hay poder hay resistencia y, por lo tanto, donde hay opresión hay rebelión. Aquí, por supuesto, había rebeliones, no era un mundo totalmente armónico, pero sí era un mosaico de civilizaciones y culturas profundamente avanzadas”, aseguró el funcionario, quien llamó a desterrar ciertas ideas que refieren la conquista española como un acto civilizatorio, cuando “vinieron a ocupar una tierra que no era de ellos”.

“El 13 de agosto no es la culminación de la conquista, es el inicio de muchas guerras de conquista, puede recordarse como el inicio de 500 años de resistencia indígena, el inicio de 300 de dominación colonial, que fueron acompañados del surgimiento lento, difícil, complejo, de un sentido de nación”.

El primer lugar fue para la tesis de licenciatura La cañada oaxaqueña: región multiétnica con un pasado compartido. Configuración territorial y cultural de Nandya Chiquihuitlán, Ñu Ka’nu y Ñu Tachi, siglos XVI-XVIII, presentada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), por Aquetzalli Nayeli Mora Jiménez.

El segundo lugar fue otorgado a la tesis de licenciatura El mapa de Atenco-Mixquiahuala: su escritura y cartografía, también presentada en la ENAH, autoría de David Méndez Gómez.

El tercero el tercero recayó en el trabajo El Mapa de Nüremberg: un acercamiento a la visión española de México–Tenochtitlan, presentado en la Universidad Veracruzana, por Fabiola Ferman Cruz.

El “Premio Especial 500 años: Conquista y Resistencia Indígena”, otorgado por la Secretaría de Cultura, a través de los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), en colaboración con la Secretaría de Economía, consistió en tres primeros lugares, con un monto económico de 100 mil pesos al primer lugar, 75 mil al segundo y 50 mil al tercer, además de que serán publicadas por las instituciones.

PCL

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