Recupera INAH la zona arqueológica del Cerro del Teúl

A dos meses de que concluya el sexenio de Enrique Peña Nieto, todavía habrá tiempo para abrir al público un nuevo sitio prehispánico en Zacatecas: la zona arqueológica del Cerro del Teúl, que, por cierto se iba a inaugurar desde 2014.

Se trata de un centro ceremonial ubicado en la cima del Cerro del Teúl, el cual a diferencia de otras grandes ciudades como Teotihuacán y Monte Albán, que fueron habitadas durante ocho y 12 siglos, respectivamente, este sitio en lo que hoy es Zacatecas tuvo una ocupación de 18 centurias.

Carlos Augusto Torres Pérez, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH/Zacatecas), explicó a MILENIO que en dicha entidad han venido trabajando en los últimos 10 años. “Es muy importante valorar este patrimonio arqueológico en el estado. Como se sabe, tenemos abiertas dos zonas arqueológicas al público: La Quemada y Altavista, por eso creemos que la apertura de este sitio vendrá a complementar la oferta cultural”.

Arqueólogos e investigadores del INAH exploraron el área y eso ha generado que a la fecha se tengan las condiciones necesarias para programar su apertura.

“Además de la investigación y del rescate de las estructuras piramidales, también se trabajaba en la presentación del sitio con la finalidad de facilitar condiciones de seguridad para que la gente pueda transitarla sin ningún problema”, dice el especialista.

Torres Pérez detalla que se han concebido áreas de descanso y se ha puesto mucha atención en el acceso a la zona y en el centro de visitantes. Esta labor se ha llevado a cabo en colaboración con el municipio y con el gobierno del estado de Zacatecas.

“Queremos contar con la infraestructura y con los espacios básicos y necesarios para atender al público que nos visitará, con miras a que, en un corto plazo, esta zona arqueológica pueda ser abierta al público”.

Teúl era un centro religioso de la cultura caxcana, con un gran valor patrimonial, “único en el país, debido a que fue un sitio de larga ocupación, que llegó hasta la época de contacto con los españoles. Esto hace que los vestigios sean realmente interesantes, porque vemos influencias de diferentes culturas tanto de occidente, como del centro e incluso de las culturas del sureste”, precisa el funcionario.

Esta cultura, agregó el delegado, “se desarrolló sobre una tierra muy fértil —supongo que la agricultura era su principal actividad—, pero sobre todo funcionaba como un centro ceremonial con sus pirámides”.

En el área nuclear está la Plaza de los Dos Montículos y el Patio Hundido, donde se llevaban a cabo los rituales. También hay un juego de pelota con todas las características de Mesoamérica. Incluso se localizaron los marcadores de este juego ceremonial: unas esculturas monolíticas de gran formato similares a las del centro del país.

“Los vestigios de la cultura caxcana están conformados por edificaciones prehispánicas, tumbas de tiro y hasta indicios de una industria fundidora, es decir, por hornos de fundición de cobre”, subraya el representante del INAH en Zacatecas.

De acuerdo con el arqueólogo Peter Jiménez Betts, corresponsable del proyecto, esta zona arqueológica en Zacatecas es uno de los pocos sitios en América con una ocupación ininterrumpida del año 200 a.C. al 1531.

En las excavaciones se han encontrado orejeras con motivos teotihuacanos, cerámica policromada, cascabeles y anillos, además de cuentas de concha y también otras elaboradas en piedra verde.