José Simental, restaurador lerdense y su pasión por la historia arquitectónica lagunera

Refiere que es albañil de oficio, pero su especialidad es la restauración de casonas viejas y ex haciendas siempre apegado a los lineamientos del INAH.

Restauración de casona en Lerdo. l Roberto Amaya
Luis Alatorre
Lerdo, Durango /

Nacido en Lerdo y de padre albañil, don José Simental Cortés está forjado en la historia con la cual se siente “conectado” y por ello ha dedicado su oficio a la restauración de viejas casonas como ex haciendas, donde además de sudor, mezcla y adobón, se apega a un trabajo casi artesanal guiado por los lineamientos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH,) haciendo de cada proceso un terminado único a base de insumos originales.

Certificado como este organismo federal, actualmente se dedica junto con sus nietos que le ayudan, en la rehabilitación de una vieja casa ubicada en el corazón del Centro Histórico que data de 1885, la cual fue por muchos años casa particular que perteneció a una de las familias más acaudaladas de su tiempo y que su último dueño fue un Notario Público; sin embargo, el tiempo y el nulo mantenimiento, terminaron por derrumbar poco a poco la finca que llegó a ser una escuela.

La casa se ubica en la avenida Francisco Sarabia a una cuadra de Presidencia Municipal de Lerdo, y por muchos años se mantuvo con las cintilla amarilla de protección en sus banquetas para evitar el paso de la gente ante el alto riesgo de que sus muros se vinieran abajo, siendo testigo de ello una gran placa colocada en el piso que la ubicaba como un lugar histórico.

Restauración de casona en Lerdo supervisada por el INAH. l Roberto Amaya

Restauración comenzó en noviembre

Don José, ataviado con pantalón de gabardina, botas, camisa campirana, sombrero y una cinta de medir a la cintura, explica sin titubear la manera en que se ha venido trabajando en forma muy meticulosa en la restauración que comenzó en noviembre y en la que apenas se concentran en los cimientos a base de piedra de cerro para que a partir de su base, continuar con la reposición de muros y techos, cuidando en todo momento la seguridad, como los detalles para dejarla lo más cercana a un su estructura original.

Como antecedente a su trabajo, el "maistro" don José refiere que es albañil de oficio, pero su especialidad es la restauración de casonas viejas y ex haciendas, plasmando en su trabajo su mejor empeño, pero haciéndolo con mucho corazón, pues en su opinión hace “clic” con estas viejas fincas y en cada reparación siente que reconstruye la vida e historia de lo que en sus muros albergaron.

Los trabajos de restauración los realiza con sus nietos. l Roberto Amaya

¿Cómo es el proceso de restauración?

En esta primera parte, dijo que se están reafirmando los muros de adobe con piedra de cimiento, que anteriormente estaban llenas de salitre, por lo que se les retira esa “enfermedad”.

Posteriormente se retiran los viejos enjarres y se les ranura para incrustar trozos de ladrillo con mezcla y en estos se les inserta unos pequeños diques de madera bañados en aceite quemado para que no se pudran y encima de estos muros se coloca una malla de tela de gallinero, que es sujetada a clavos que están en los trozos de madera ya enterrados en el muro y sobre estos se comienza a colocar la mezcla a base de cal de piedra, para luego dar la aplanada fina.

El INAH es el organismo que supervisa mi trabajo, el cual se basa a protocolos muy bien definidos, aquí no lleva ningún cemento, ninguna varilla, pura mezcla, pero la mezcla está hecha de forma artesanal y se manda pedir con esas especificaciones”, detalló.

Actualmente, el dueño es Gerardo Torres Padilla, quien le ha contratado para realizar todo el trabajo de restauración, que comenzará con los cuartos y concluirá con la parte del jardín como la bodega que se ubica en la parte posterior.

Restauración de casona en Lerdo. l Roberto Amaya

Cada cuarto tiene una altura de cinco metros, con muros con grosor de 60 centímetros y su avance de restauración es apenas del 10 por ciento del total; este tipo de trabajos por sus detalles y protocolos deben ser lentos a fin de ir cuidando que su restauración se apegue lo más posible a los acabados de su época.

De esta forma, don José recorre junto con el equipo de MILENIO cada rincón de la finca y se entusiasma al relatar la manera en que conecta con estas joyas arquitectónicas, como hizo en su momento en la Ex Hacienda de La Loma, trabajo que le fue asignado hace seis años.

aarp


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