Sealtiel Alatriste: “No hay que apegarnos al pasado, sino reconocer eso que tuvimos y fuimos”

Armando y Raúl, los hermanos Esponda, llegan al edificio Balmori y ahí inicia un viaje por la Ciudad de México de mediados del siglo pasado, con sus vecindades, la Merced, el centro histórico; donde las pasiones, el drama, las risas y la violencia salen a flote como si se tratara de una película de la época de oro del cine mexicano.

Sealtiel Alatriste (Ciudad de México, 1949) está de regreso con Demonios de la culpa (Alfaguara), novela que el escritor define como un western a la mexicana.

“Su estética está inspirada en las películas mexicanas de los años 40 y 50 que se conoce como en la época de oro del cine mexicano, la cual retrata un México que existió y que era muy compartido por toda la sociedad”, dice el escritor a MILENIO.

“Había una serie de valores comunes que compartían las familias y una Ciudad de México que era pujante, donde la gente tenía oportunidades y tenía una serie de ritos muy importantes; la ciudad era muy divertida, los cabarets, las loncherías, los restaurantes, la manera de beber, y eso es lo que trata de contar la novela”.

Para el entrevistado, en aquel entonces, el cine y la sociedad eran muy parecidos “y creo que el cine mexicano sí creó una serie de patrones muy importantes dentro en la sociedad; traté de retratarla a partir de esta historia de los hermanos Esponda, que son capaces de todo por alcanzar lo que desean”.

En un cajón

Sealtiel Alatriste comentó que Demonios de la culpa es una novela que se imaginó hace 30 años y la escribió a mano en un cuaderno.

“Yo estaba pensando en mitología y en los mitos mexicanos al estilo de Enrique Florescano, que escribe sobre el pachuco, la sirvienta, el tendero, la rumbera, estos mitos urbanos que reflejan un comportamiento e intenté hacer una obra a partir de todo eso que conocemos y que es tan identificable”.

Sin embargo, la novela estuvo guardada en un cajón hasta que llegó la pandemia, entonces, el autor decidió que tenía que terminarla.

“Como toda la gente estaba en casa, decidí que tenía que escribir algo nuevo para salir de esto, y me encontré el cuadernito negro donde la tenía. Comencé a pasar las páginas a la computadora, me desbloqueé y me seguí con esta historia inventada que pienso pudo ser real, pero sobre todo, la hice transcurrir en lugares que yo sí conocí muy bien”.

Sealtiel Alatriste mencionó que sus protagonistas, los hermanos Esponda, trabajan en una sastrería que existió y fue de su abuelo; comen en una taquería que se llama Beatriz, a la que él iba con su papá; que el edificio Balmori, el Waikiki y muchos otros lugares que aparecen en el universo de la novela son reales.

“Todo ese mundo que se escribe, intenté reproducirlo con fidelidad, con un poco de memoria, consultando documentales y libros, y es la ciudad de mi infancia. En este marco, quise retratar a una familia de aquellos años con todas sus características, y el lector se va a sentir identificado con algunas circunstancias”.

Para el escritor, Demonios de la culpa es una síntesis de todas sus novelas, como Por vivir en quinto patio o Quien sepa de amores.

“Es redondear ese mundo que yo quería contar y que me parece importante en este momento de la sociedad mexicana. Recordar que México viene de una tradición con ciertos valores y mucha pujanza, que el cine mexicano y el arte mexicano de esos años fue un gran arte, la pintura, la música, la literatura, fue grande y que ahí tenemos para encontrar nuestra identidad y ser mejores; no apegarnos al pasado, sino reconocer eso que tuvimos y que fuimos”.

La playlist

Cicatrices de la memoria, su novela anterior, fue un libro íntimo en el que Alatriste contó su verdad tras un escándalo que vivió.

“La publiqué en 2019; el personaje soy yo pero disfrazado y Demonios de la culpa es totalmente distinta. Mi literatura es divertida, humorística, con drama, claro, pero sí me reconfortó mucho volver a este mundo que me gusta”.

El escritor opinó que en su libro retrata a la sociedad mexicana “y en ese sentido la siento muy mexicana y me da mucho gusto porque creo que la literatura universal también (lo hace), por ejemplo, Philip Roth escribe literatura de barrio en Nueva York. En ese mismo sentido, Demonios de la culpa es una novela construida sobre una identidad”.

Dijo que junto a la novela se lanzarán una serie de videos que retratan el espíritu de la novela como si fueran trailers de alguna película, con personajes como la danzonera, el pachuco, y lugares como el cabaret.

“Y hay un soundtrack que acompaña al libro, pues todas las piezas en la playlist que pueden encontrar en Spotify están en la novela, porque una de las características del cine mexicano es que siempre hay alguien que canta, como en Aventurera, en el momento de mayor drama Pedro Vargas canta. La música siempre está ahí, en aquella época siempre estaba el radio prendido, la gente vivía con un soundtrack y por eso yo quería que la música estuviera en la novela”.

BSMM