Sergio Hernández expondrá 'Rescoldos de Oaxaca' en el Museo de Arte de San Diego

La muestra de 33 obras se presentará a partir del 12 de noviembre.

Sergio Hernández | Especial
Ciudad de México /

El artista Sergio Hernández lleva consigo o una especie de catálogo de imágenes de la herencia precolombina, porque desde niño jugaba a encontrar figuritas en la montaña de la mixteca, en la zona arqueológica de Huajuapan.

“Como el verso popular de la mixteca baja: ‘De Nopala venimos señores a guisarles en los fogones, así de sabroso comemos los inditos de calzones’ refiere el creador de origen oaxaqueño.

Sergio Hernández (Oaxaca, 1957) creció con las imágenes de piezas de barro y de tepalcates de colores, que encontraba al caminar por las zonas arqueológicas. Con esos recuerdos que surgen también de la memoria de las cocinas de las abuelas de Oaxaca, de las brasas de sus fogones, es decir, de los rescoldos, de ahí viene precisamente el título de la muestra Rescoldos de Oaxaca, en el Museo de Arte de San Diego, conformada por 33 obras que se podrá apreciar del 12 de noviembre al 12 de febrero de 2023.

Sergio Hernández, galardonado en 2006 con la Cruz de Oficial de la Orden Isabel la Católica, de la Embajada de España en México, comparte con MILENIO que hace tres años Roxana Velásquez, directora del Museo de San Diego, le hizo la invitación y él aceptó porque le interesa mucho mostrar su trabajo en esa zona de Estados Unidos, tan cerca de México.

La obra de Hernández forma parte de la Colección MILENIO Arte así como del acervo de recintos como el Museum Würth, Künzelsau, de Alemania y, del San Antonio Museum of Art, de Texas.

El artista explica que las obras de la muestra Rescoldos de Oaxaca corresponden a un periodo de reflexión y de pesadillas que tuvo durante su autoencierro por la pandemia.

¿Qué obras conforman la exhibición Rescoldos de Oaxaca?

Se me ocurrió que podría reinterpretar algunos de mis materiales y pinturas, como quien vuelve a encender un fuego a partir de sus rescoldos, con el calor del comal e incluso tatemando las cosas. Las pinturas para esta exposición son una especie de cocina primitiva, elemental. Esas brasas están encendidas, por así decirlo, con un material que contiene azufre y mercurio y que reaviva el color que tienen las entrañas de la tierra.

“El rojo cinabrio gana la superficie y es tatemado por el sol hasta convertirse en una piedra negra. Debe entonces cocinarse envuelto en yeso y ser enterrado dejando una especie de respiradero para que se dispersen los elementos más volátiles y tóxicos del azufre y del mercurio. De ese fogón singular surge una costra negra devorada y tatemada por la luz, en cuyo interior quedará plasmada una pequeña brasa roja; esa pequeña brasa roja se muele y se utiliza como un pigmento que puede ser mezclado con aceite de linaza hasta lograr un óleo.

'La sombra', 2022 Óleo y cinabrio sobre madera tallada. (Foto: Michael Toolan)

“Estas tablas fueron esgrafiadas, tatuadas con imágenes de mis pesadillas y luego revolcadas en cenizas de oro. De esas tablas hay 14 en esta exposición, algunas son cenizas solamente; otras tienen todavía la huella del carbón encima. “Hay temas mitológicos griegos, precolombinos y contemporáneos y otros derivan de los rescoldos de mis pesadillas.

“En la exposición de San Diego habrá nueve obras hechas con cenizas de plomo, rescoldos también del fuego y del contacto con el agua ácida o el vinagre sobre placas de plomo y con algunos pigmentos históricos, como son el lapislázuli Fray Angélico, cinabrio, malaquita, tierra de Verona y tierras lavadas de la mixteca que contienen mucho contenido de cobre y hierro.

“Mi interés en recrear la naturaleza pasa también por tres óleos que representan el mar, la tierra y la selva, hechos también con cenizas de pigmentos, de rescoldos a final de cuentas, restos de un ecocidio del que hoy todos somos cómplices en el planeta y en especial en México, donde seguimos devastando selvas, bosques y ríos.

“Quizá está próximo nuestro final como especie en esta tierra si seguimos por la ruta de la destrucción de la naturaleza. Pienso también en los bosques, en los millones de árboles y animales devorados por incendios forestales que cada año extienden el mapa de los desiertos del planeta. A diferencia de los rescoldos del buen fogón de la abuela, donde vive y se renueva el fuego domesticado, en este las brasas avanzan descontroladas y ya casi rodean a los humanos de la era ecocida, no es la esperanza la que se extiende sino la destrucción irresponsable”.

¿Por qué resalta en sus creaciones su herencia indígena?

Con frecuencia pienso en la famosa rama dorada. Un deseo salido quizá de los mitos que escuchaba en la infancia, acerca de una cueva con un dintel donde nacía un río y la corriente arrastraba flores. Dicho dintel sirvió un tiempo como banca a la entrada de la cantina del pueblo donde mis abuelos, padre y tíos se curaban de su resaca con rescoldos del aguardiente. El dintel se encuentra ahora en la sala mixteca del Museo de Antropología. Ese pasado queda en el inconsciente y se convierte en una imagen plástica que en algo recuerda las imágenes de las cuevas de Mitla y Yagul, en Oaxaca, sus colores, sus pigmentos, pero sobre todo, perdura en la sensación infantil de viajar al pasado para tomar las imágenes fijas que puede haber en mi inconsciente.

'La vida en Japón', 2022 Óleo lapizlázuli Fray Angélico y hoja de oro sobre madera tallada. (Foto: Michael Toolan)

Siempre está experimentando, ¿Cuáles son las novedades técnicas en las obras que exhibirá en el museo de San Diego?

Bueno yo no experimento con nada que no exista. Lo que he hecho es incursionar y trabajar con nuevas producciones. El óleo existe desde las cuevas de Altamira; lo único que ha cambiado es que ahora ya no vamos a las montañas a recoger los materiales, ni a meter los pigmentos en las tripas de algún animal como hacía Leonardo da Vinci. Hoy tenemos tiendas que reúnen y lavan los pigmentos, los muelen y algunos de los colores resultantes son tan finos y delicados que es difícil molerlos y son bastante costosos, como el lapislázuli traído de Afganistán, conocido también como azul de ultramar, porque lo traen del otro lado del Mediterráneo; piedras recolectadas y molidas que se utilizan poco porque son muy costosas o muy tóxicas, como el plomo o el cinabrio, o que son incluso reemplazadas con materiales contemporáneos como el azul cobalto que sustituyó al lapislázuli. Lo mío es encontrar qué hay y que me sirve en los caminos por los que voy caminando, no experimentando, caminando para tener hallazgos libres y creativos, en eso que se le llama serendipia, o sea la sorpresa del hallazgo de quien busca un color y encuentra otro a través de una mezcla, movido no por el afán de experimentarsino de crear la visión adecuada a una intención y a un lenguaje, el mío.

¿La exposición Rescoldos de Oaxaca se mostrará en otro recinto?

No lo sé. Esto dependerá del interés del público o de lo que resulte por haber sido invitado y distinguido esta vez por el Museo de Arte de San Diego.

Y además

Edward J. Sullivan asegura que la exposición de Sergio Hernández es un hito en el sentido de que es la primera vez que se presenta una colección mayor de sus obras en gran formato en la costa oeste de Estados Unidos. En la traducción que hace Mateo Pliego del texto de Sullivan, se destaca que el artista ha sido citado con frecuencia como el principal miembro de la famosa Escuela de Oaxaca. Este grupo no es tanto un conjunto unificado de artistas sino un ethos o una expresión de afinidades por parte de muchos artistas visuales a lo largo del siglo XX, que representan la rica cultura visual de este estado al sur de México.

“Su arte está, de hecho, igual o más directamente relacionado con el espíritu de pintores de la talla de Georg Baselitz y Rainer Fetting en Alemania, Francesco Clemente en Italia, Marlene Dumas en Sudáfrica o Jean Michel Basquiat en Estados Unidos, que con sus contemporáneos en México”, expone Sullivan.

jk

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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