La genialidad y la forma distinta de hacer teatro del columnista, crítico teatral, dramaturgo y escritor mexicano Sergio Magaña (1924-1990), será evocada el próximo 7 de septiembre, cuando se estrene la obra Lobos, inspirada en su obra Los motivos del lobo, de 1965.
La puesta en escena de Magaña inscrita en el género de teatro documental, estrenada hace 56 años bajo la dirección de Juan José Gurrola, volverá al escenario en el marco del centenario del natalicio del también autor de Los signos del Zodiaco.
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La obra de Magaña, ejemplo de la dramaturgia mexicana de la segunda mitad del siglo XX, será reinterpretada por un equipo creativo de actores bajo la adaptación de Ángel Hernández, quien ha estudiado e investigado al dramaturgo michoacano y compartirá sus hallazgos en breve, a través de una página web. Se presentará en el Teatro Sergio Magaña, recinto se transformó sus puertas hace 33 años como foro para las artes escénicas, con ocho murales laterales a las butacas, que datan de 1936.
Basada en la realidad
Los motivos del lobo es una obra que sigue siendo actual y conmovedora. Su temática sobre el temor al "otro" y la imposibilidad de escapar del mundo exterior es particularmente relevante en la sociedad contemporánea. La obra es un ejemplo de la mirada crítica y sin complacencias que caracteriza la dramaturgia de Sergio Magaña, quien se destaca por su capacidad para retratar costumbres y realidades de su tiempo de manera poderosa y profunda.
El argumento de la obra se basa en un suceso real de nota roja que conmocionó a la sociedad mexicana: Rafael Pérez Hernández, conocido como El Maniático Pérez, tuvo encerrada a su familia durante 15 años, supuestamente para protegerla del "mal" del mundo exterior.
El mismo suceso que llevó al cine Arturo Ripstein, en la cinta El castillo de la pureza, al escritor José Emilio Pacheco, en 1972.
Las funciones de Lobos se llevarán a escena del 6 al 22 de septiembre, en el Teatro Sergio Magaña, ubicado en Sor Juana Inés de la Cruz número 114, en la colonia Santa María La Ribera.
El centenario del natalicio de Sergio Magaña, se recordará al dramaturgo, en el espacio que lleva su nombre desde el 26 de julio de 1991.
El deterioro de los murales
La obra mural que se despliegan en el foro presenta un severo deterioro, reconoce Luis Arturo García, asistente general de la Dirección de Sistemas de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Los ocho murales del pintor michoacano Jorge Vicario Román, que realizó en 1936, teniendo como temática la historia de México, precisan de una urgente intervención. A simple vista se observan faltantes de pintura y humedad; en las obras que se encuentran en el segundo piso del teatro, se perciben notables escurrimientos, debido a que las lluvias han hecho estragos en las imágenes, y prueba de que el techo gotea, es que en las escaleras que llevan a este espacio, lucen unas cubetas y jergas para secar el agua que se filtra.
El funcionario aclaró que los murales no se han podido restaurar porque desde 2013, no han firmado el convenio de comodato con la Confederación Nacional Campesina (CNC), al que pertenece el teatro Sergio Magaña; la SC sólo lo administra.
“Apenas se tenga firmado, la SC puede solicitar al Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), la posibilidad de que nos apoyen con la rehabilitación y mantenimiento de los murales, sabemos que los murales y el teatro mismo tienen una gran relevancia para Ciudad de México. Este año por instrucciones de la ex secretaria Claudia Curiel se realizaron obra en el lobby, en los camerinos, en los baños y en otros espacios que tienen que ver con el teatro en sí. Sin embargo, lo murales son un tema más delicado. Estamos a punto se firmar este comodato, para que los murales sean lo primero que podamos atender”,
Luis Arturo García detalló que no cuentan con una evaluación profesional del estado de preservación de la obra mural: “Simplemente sabemos del estado en que se encuentran los murales, tenemos buenas relaciones con el Cencrompam para poder solicitar esa revisión, con toda la confianza de que en el momento que podamos tener el comodato con la CNC, ese va a ser el segundo paso. Si hay una necesidad del teatro, no es la única, pero tenemos claro que es un pendiente que tenemos por parte la Secretaría de Cultura para dejar en buen estado todos los recintos”.
Luis Chavira Alva, quien está al frente de este recinto desde 1991, fue impedido para hablar sobre la situación de deterioro de los murales del Teatro Sergio Magaña, con el pretexto que estaba atendiendo otras tareas.