Los investigadores y estudiosos, todos autoridades en el conocimiento del mundo prehispánico, no se pusieron de acuerdo sobre la fecha de la fundación de México-Tenochtitlan, ni sobre el origen y significado de la palabra 'México', la noche del pasado lunes en el Museo del Templo Mayor.
Así que recurrirán a la arqueoastronomía con efecto de precisar si realmente en 1325 se fundó la gran Tenochtitlan, debido a que los fenómenos astrales eran determinantes sobre los mesoamericanos. Se buscará con la ayuda de los especialistas, como Jesús Galindo, del Instituto de Astronomía de la UNAM, obtener información científica sobre si en ese año se registró un eclipse total de sol en el Valle de Anáhuac.
Así se planteó durante la mesa de disertación “La fecha de fundación de la Ciudad de México-Tenochtitlan”, que tuvo lugar en el centro ceremonial, el “axis mundi” de los mexicas.
Alfonso Suárez del Real, secretario de Cultura de la Ciudad de México y Eduardo Villegas, coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, llegaron con la encomienda de saber en qué fecha se deben celebrar los 700 años de fundación de la capital de la República.
Escucharon con atención a cada uno de los participantes que expusieron la existencia de varios referentes calendáricos sobre ese hecho mítico.
Los más escépticos con la fecha de 1325 que se planteó como año de la fundación de la gran Tenochtitlán fueron Federico Navarrete, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM; Eduardo Matos Moctezuma, consejero honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México; María Castañeda del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y Rodrigo Martínez, de la dirección de Estudios Históricos del INAH.
En lo que sí coincidieron fue en que no hubo una cronología unificada, sino que cada pueblo tenía sus propias temporalidades como una parte un componente de su propia identidad étnica y de su relación con sus dioses.
“Así que quererles imponer una cronología occidental a sus formas de medir y vivir el tiempo, es violentarlos”, planteó Navarrete.
Decir que la fecha de la fundación de lo que hoy es la Ciudad de México es 1325 es una forma de violencia porque parte de una relación con el calendario cristiano, “con una necesidad de nuestra nación de buscar un origen y entonces por eso insistimos en fijar esa fecha, con una cronología que nos resulte pertinente a nosotros”.
Por lo que hizo un llamado a evitar “imponer nuestro sistema cronológico que no tiene nada que ver con el tiempo lineal que nosotros manejamos de 1325”.
De forma contundente, el especialista indicó que “no hay consenso respecto a si hay una suerte de fundación mítica”.
En ese sentido, Rodrigo Martínez invitó a los asistentes a no reproducir el discurso oficial mexicano, que reprodujeron los historiadores liberales el siglo XIX, cuando hay una multiplicidad de fuentes históricas.
“La historia oficial viene de los tenochcas porque en el Códice se muestra la fundación de Tenochtitlán”.
Al analizar el códice Mendoza, la doctora María Castañeda planteó que tiene errores sí como dos fechas una de 1324 y otra de 1325: “a mí lo que me resulta muy importante es la información que se le vaya a dar a la gente. Además hay que considerar que cuando llegan los españoles empiezan a contar de manera lineal hacia atrás siguiendo el modelo occidental. Otro de los códices para consultar es el Mexicanos, uno de los documentos más tempranos de Tenochtitlan, porque la Tira de la Peregrinación no registra la fundación de Tenochtitlan, se corta esa historia”.
Matos Moctezuma, quien ha estudiado los vestigios del Templo Mayor, el centro ceremonial de los Mexicas, tampoco tuvo una respuesta sobre la fecha fundacional, y puso el tema sobre la mesa de que realmente no se sabe, “ni se puede comprobar que hubiera sucedido que un águila se posó en un nopal, obviamente, eso tampoco podemos asumirlo como un hecho histórico de la misma manera en que hablamos de la firma de la Constitución, por ejemplo”.
Patricio Johansson, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, planteó que el origen de la palabra México viene de Mexcon, que significa “ojo de agua”, y hubo quien le debatió, pero tampoco se llegaron a un acuerdo.
Luis Humberto Barjau, del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México, manifestó que le parece muy legítimo buscar la precisión de la fundación de la ciudad. “Efectivamente las fuentes indígenas mayoritarias señalan el año de 1325. No tiene sentido estar en nombre de la erudición buscando variantes a los nombres y a las fechas sino que hay que tomar conciencia y repito es muy importante para nosotros y para el mundo también la precisión de la fecha de la fundación de la ciudad”.
A manera de conclusión, Suárez del Real les propuso considerar el año de 1325 como fundacional de la gran Tenochtitan, y apoyarse en la arqueoastronomía con efecto de precisar la fecha que andan buscando.
Antecedentes...
Esa discusión se dio, no obstante de que el pasado 13 de marzo el INEHRM, junto con la Secretaría de Cultura y el Archivo General de la Nación difundieron en redes sociales que de acuerdo con la “Crónica Mexicayotl”, de Alvarado Tezozomoc, el pasado 13 de marzo de 1325, se fundó la gran Tenochtitlán, una vez que terminó la peregrinación de los mexicas desde Aztlán guiados por Huitzilopochtli, al encontrar la señal que la deidad les había revelado en sueños: el águila devorando una serpiente. Y que la historia de ese peregrinar fue escrita en el Códice Boturini bajo el número VII-1 el catálogo de 1746.
lar