Para la compañía Teatro en el incendio, abordar problemas sociales que se viven en México se ha convertido en una tarea necesaria para visibilizarlos. Pero, al ser una agrupación fronteriza (fundada en Tijuana, en 2011), su labor también abarca problemáticas que van más allá del contexto nacional.
En entrevista, la coreógrafa Briseida López explica que, al ser una compañía interdisciplinaria, la conjunción de danza y teatro les permite tocar temas que les interesan, como la violencia de género o la salud mental, y usar el arte escénico como un escaparate para reflexionar sobre estos a través de herramientas propias de estas disciplinas.
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“A veces (estas problemáticas) están tan normalizadas que casi podemos ver escenas en la calle o en internet y ya no es algo que nos afecte. Le damos scroll a la pantalla y seguimos nuestra vida; creemos que si lo ponemos en el escenario y el espectador lo puede vivenciar y compartir con nosotros eso abre la sensibilidad. Nos pone de frente cosas que están pasando y da la posibilidad de reflexionar, hablar y buscar la manera de que tenga una salida”.
La compañía —dirigida por Gilberto Corrales— se presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque con la pieza La capacidad de los peces para sufrir, un experimento social en el que las personas que asistan podrán participar de manera activa en la puesta en escena.
El propósito es hacer un ejercicio de reflexión a partir de la experiencia que cada participante haya tenido con el burnout o síndrome del desgaste profesional, “que al llevarlo al máximo provoca enfermedades mentales”, comenta Briseida López.
La coreógrafa explica que buscaban hacer de esta pieza algo participativo, “donde el espectador fuera parte a través de una serie de preguntas que va respondiendo y que le permiten ir construyendo la historia y las respuestas para la autorreflexión”.
La selección del tema, dice Briseida López, surgió de un proceso de reflexión dentro de la agrupación: “Los artistas, aunque nos dedicamos a algo que tiene que ver con la sensibilidad y que estamos expuestos a una apertura mucho más amplia para expresarnos —si lo comparamos con el común denominador—, también vivimos esta demanda profesional, que para mí tiene mucho que ver con estas ideas del éxito que se construyen desde las redes sociales o desde la misma familia. Es un tema que pareciera que es nuevo, pero que pasa hace muchísimo tiempo. Cada vez es más evidente que vivimos en una vorágine de demanda y de productividad constante en la que si no estás haciendo, si no estás produciendo, básicamente es como si no existieras”.
Sobre la participación del público, López explica que las preguntas que se lanzan determinan la posición que cada participante va tomando en la escena. “Son preguntas que te van haciendo avanzar, y en ese avance o no avance —por ejemplo— te vas dando cuenta de que en este mundo hay privilegios y eso también resta o aporta a tu estrés cotidiano”.
La capacidad de los peces para sufrir se presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque el jueves 25 y viernes 26 de mayo a las 20:00 horas, el sábado 27 a las 19:00 horas y el domingo 28 de mayo a las 18:00 horas.
PCL