Teatro Varsovia, nuevo espacio escénico construido por Mario Pani

El director, coreógrafo y productor Rodrigo González se topó hace 7 años con el edificio de la calle Varsovia 9, en plena Zona Rosa de Ciudad de México, y descubrió que en la planta baja el arquitecto Mario Pani había levantado un teatro que desde su construcción en 1959 jamás había servido como tal.

A pesar de la pandemia de covid-19, no todo fue mala noticia para las artes. Él y su socio Raúl Tamez decidieron darle una segunda vida a ese escenario, que sólo había servido para reuniones sindicales y administrativas de las instituciones públicas que pasaron por ahí a lo largo de más de seis décadas.

Y desde hoy el teatro Varsovia será eso por primera vez: un espacio, con aforo de 180 personas, para la danza, el drama, la comedia, el cabaret, la música, la ópera, a unos pasos del Ángel de la Independencia. Además, será sede de La infinita compañía, creada por González y Tamez, que ha producido obras coreográficas a partir de obras operísticas o literarias, como Madama Butterfly, La pasión según San Mateo, Teleny, montadas en el Helénico o en el Castillo de Chapultepec.

Foto: Ariana PL

Hallazgo maravilloso

Antes de la pandemia ya se habían cerrado teatros. ¿Por qué abrir ahora uno?

“El arte siempre ha sido una gran respuesta a las mayores tragedias humanas, lo hemos visto tras guerras, cataclismos, devastaciones que ha sufrido la humanidad. El resurgimiento de las artes es una necesidad humana, indispensable, impostergable”, explica González.

“Tuvimos este hallazgo, este lugar maravilloso, en medio de la pandemia. Y después de una pandemia ¿ya qué tenemos que perder? Todo hay que ganar, todo lo que se haga es a favor. Reabrir este espacio para las artes escénicas es muy afortunado, necesitamos un escenario para nuestras piezas y para que la comunidad, compañeros de otras compañías y disciplinas, participen”, agrega el joven empresario.

Varsovia 9 es un edificio casi esquina con Paseo de la Reforma, había sido ocupado por décadas por instituciones públicas, pero en los últimos años fue remodelado por una constructora que lo recibió en comodato, que es la que ahora rentó el espacio teatral, que conserva todas sus instalaciones, como camerinos, baños, escenario, para poder montar en él obras por primera vez, según cuenta González, que espera “hacer magia” con una buena administración para solventar todos los gastos que implica.

A finales del año pasado, Teatro UNAM presentó los resultados de su Observatorio Teatral, Operación de los espacios escénicos en México, en el que documenta la precariedad económica, laboral y creativa del sector. Reformulo la pregunta inicial: ¿por qué la necedad de abrir teatros?

Porque es lo que hacemos, es nuestra vida y es lo que respiramos. Un intérprete, un artista, sin el escenario, no vive. El aire que respiramos es el escenario, no nos vemos en otro lugar que no sea arriba de las tablas, es nuestra motivación de vida y la manera que tenemos de existir".

Foto: Ariana PL

Pani, arquitecto de Ciudad Universitaria, la Escuela Normal Superior y el Conservatorio Nacional de Música, también realizó multifamiliares como el Nonoalco Tlatelolco y el edificio de la colonia Juárez donde se ubica el teatro Varsovia, que cuenta con isóptica y acústica apropiadas para su escenario de 9x10 metros cuadrados, equipamiento técnico de varas, luces, proyector y pantalla, detalla González.

“Es un teatro, no una cochera remodelada, ni una casa, ni un departamento. Mario Pani concibió en 1959 que en este edificio hubiera un espacio para la cultura que nutriera los multifamiliares y la dinámica de la colonia. Es un inmueble patrimonio nacional, catalogado por el Inbal”, agregó.

“He indagado con maestros y vecinos, y no hay ningún registro previo de espectáculos teatrales o escénicos, en general, en este espacio; era usado para reuniones sindicales, administrativas y oficinas. Estaba muy alejado de su origen, pero, nosotros, por primera vez, lo haremos teatro”; señala González.

De estreno

Este jueves 3 de marzo, a las 20:00 horas, se levanta el telón con la coreografía 20:21, de la compañía Uróboros Escena, que ganó el Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga del Inbal-UAM. El viernes 4 y sábado 5 de marzo, a las 21 horas, y el domingo 6, a las 18:00 horas, se presentará el espectáculo multidisciplinario Memoria de pez rojo, creado por Jaime Camarena, que lo define como stand glup comedy, con dramaturgia de José Alberto Gallardo y protagonizado por Emmanuelle Sanders.

El mismo domingo 6, a las 13:00 horas, se presentará el Baraka Ensamble, una agrupación mexicana que interpreta música de Egipto, Turquía, Afganistán, Argelia y otros países de Medio Oriente

Al respecto, Camarena explica que su compañía, con más de 25 años de trayectoria y artífice del estudio La Cantera, en la colonia La Tabacalera, siempre ha apostado por la acción innovadora de la danza, los nuevos espacios y expresiones, por lo que él se congratula de apadrinar el teatro Varsovia.

Sobre Memoria del pez rojo, adelanta que es una pieza interdisciplinaria sobre el fracaso.

“Con mucha comicidad, plantea una reflexión sobre esa profunda huella que dejan el fracaso y la soledad, a partir de un diálogo-monólogo de su protagonista con su mascota, un pez rojo, mientras juegan ajedrez”, expone Camarena, que ha colaborado desde hace décadas con González y Tamez.

Más adelante, del 11 al 27 de marzo, el teatro Varsovia acogerá el Encuentro Nueva danza y nueva música, dirigido por Consuelo Sänchez Salas. El cabaret estará presente con Astrid Hadad, los días 8, 9, 15 y l6 de abril.

También se presentarán El árbol, ahora, de Arturo Serrano, la agrupación 5PA Brass, de Martín Hernández Sánchez, shows de La Kalavera orquesta y Marién Luévano, y la coreografía Felicidad clandestina, de Ignacio Pereda y Ana Paula Ricalde, entre muchos otras expresiones escénicas.

Los boletos se adquieren en taquilla o Ticketmaster y la cartelera puede consultarse en las redes sociales del teatro Varsovia y La infinita compañía: @teatrovarsovia y @LaInfinitaCia en Facebook

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