Entre los encabezados más ociosos de la prensa, están los que comienzan con “Un estudio revela que…”. Apenas veo esa frase y comienzo a sonreír. Son notables las cosas que pueden revelarse con los estudios. Por ejemplo: que el aire contaminado engorda, que las enfermeras veteranas tienen menos empatía, que las selfies causan envejecimiento prematuro, que el 50% de los nuevas guitarristas son mujeres, que escuchar punk y heavy metal calma y hace vivir en paz, que los que duermen mucho pueden morir jóvenes, que tomar cerveza después del trabajo alarga la vida, que las parejas que se conocen en Tinder son más estables, que el 70% de los empleados están buscando otro empleo, que los empleados con sobrepeso ganan menos, que las mujeres prefieren dormir con un perro que con su pareja, que la histerectomía causa problemas de memoria, que beber dos cervezas al día reduce en un 20% el riesgo de morir joven, que los bebedores de ginebra hacen más compras en línea cuando están borrachos, que los solteros beben más, que los mejores amantes ingleses son los seguidores del Arsenal, que el ruido del tráfico aumenta en 66% el riesgo de sufrir depresión, que usar calzones ajustados provoca la producción de esperma de menor calidad, que los hombres casados tienen salarios más altos, que comer queso prolonga la vida, que los maridos estresan a las mujeres el doble de lo que ellas estresan a sus maridos, que la inteligencia se hereda de las madres, que beber leche empeora un resfriado, que beber leche provoca artritis, que una dieta de sopa y malteadas puede revertir la diabetes...
Muchos de estos textos se publican en alguna revista especializada, y cuando emigran a la prensa cotidiana pasan por un proceso de recorte y simplificación.
Menciono como ejemplo una nota que acabo de leer sobre un supuesto estudio de la Universidad de Stanford: “La soledad aumenta un 31% el riesgo de morir”. Algo absurdo, puesto que el riesgo de morir para todos es 100%. El tal artículo también menciona: “La soledad tiene el mismo efecto que fumar quince cigarrillos al día”. ¿De verdad la soledad causa problemas respiratorios, aumenta el riesgo de cáncer pulmonar y amarillenta los dientes? La aseveración es descabellada, a menos que se ahonde un poco más en la tal comparación.
Pero hay algo que no alcanzo a percibir entre tanto estudio que analiza la vida desde un solo ángulo amañado: ¿qué pasa si vivo solo, como queso, fumo quince cigarrillos, me bebo dos cervezas y duermo más de la cuenta?