Hace 193 años nuestro país pudo ser invadido nuevamente por los españoles, pero una batalla que tuvo lugar en la zona frenó el plan de reconquista al lograr el Ejército Mexicano la rendición de los enemigos, hazaña heroica que pese a su relevancia está pasando al olvido, lamentan especialistas.
“Fue la consolidación de la Independencia Nacional y no recibe la importancia debida por parte del gobierno federal y estatal; se han abandonado proyectos que darían un mayor realce a la conmemoración de La Victoria de Tampico el 11 de Septiembre de 1829”, señaló el historiador de la UNAM y Universidad de las Américas Puebla, José Antonio Álvarez.
Se refirió, por ejemplo, al proyecto de hacer temática la Plaza de la Libertad, algo que se anunció en la administración de Eugenio Hernández con una inversión que ya había sido autorizada para darle valor a la gesta, fomentar el patriotismo y que la población conociera lo que aquí se vivió, pues marcó el destino del país.
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“¿Dónde están el INAH, Conaculta y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México para darnos el lugar que merecemos en la historia nacional y respaldar este tipo de proyectos y también el gobierno estatal?, cuestiona el investigador.
Lamenta también que el Museo La Victoria de Tampico esté en un espacio tan pequeño desde hace 20 años, “necesitamos un lugar más amplio para una mejor difusión de nuestro patrimonio histórico, pues además el edificio de la ex aduana se concesionará para un proyecto a futuro”.
En el sitio se pueden apreciar las dos banderas que entregaron los combatientes españoles aquel 11 de septiembre y el cañón original que ya tiene 228 años de vida y sigue disparando balas de salva en la conmemoración anual de la efeméride.
“Estuvimos a punto de ser reconquistados y nuestros soldados frustraron las intenciones de las fuerzas españolas al mando del brigadier Isidro Barradas, quien se rindió antes de que llegaran sus refuerzos; no fue algo menor el vencerlos en estas tierras y salvar a México de esa nuevas amenaza, pero está el olvido oficial a pesar de todo lo heroico que fue y cuya sola declaratoria no es suficiente. ¿Yo me pregunto, cuántos de los 130 millones de mexicanos saben por qué la bandera a media asta?”
El historiador recuerda que de ahí surgió la letra del Himno Nacional Mexicano, que nos llena de sentimiento patriótico, pero no debemos olvidar la batalla que tuvo como escenario nuestra zona, pues se le da más peso a la del 5 de Mayo en Puebla. Destacó que frente a la indiferencia gubernamental, ha sido la sociedad civil la que se ha esforzado por que la victoria no pase desapercibida y es así como Rescate Histórico de México A.C., que preside David Granados Ramírez, ha venido trabajando desde hace dos décadas.
Los proyectos esperados
Fue este organismo quien promovió la plaza temática para fomentar el patriotismo e identidad nacional y a la vez ofrecer un atractivo más para el turismo. Se tiene el plan conceptual arquitectónico y el proyecto ejecutivo, e incluso ya se habían conseguido los permisos de Obras Públicas necesarios para la construcción.
“Esperamos mejores tiempos”, dijo hace dos años Pedro Granados, hermano del presidente de Rescate Histórico de México. Recordó que es una obra histórica y cultural con un componente turístico y el visto bueno de organismos empresariales y agrupaciones de la sociedad civil, porque se trata de darle al centro histórico su connotación como tal, destacando el papel que jugó en la Guerra de Independencia.
La historia indica que en la Plaza de la Libertad rinde sus armas el ejército español y quedan como prisioneros de guerra alrededor de 2 mil soldados de aquel país. El proyecto, acariciado por años, incluye el instalar un obelisco al centro de la plaza, parecido a la columna del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.
Se propone reubicar el quiosco a la esquina sureste de la plaza hacia el edificio La Luz y crear una explanada en torno al obelisco en donde pueda haber espacio hasta para 1,500 sillas. Hoy en día ya está instalada la escultura del soldado mexicano, pero falta la de un dragón (militar) de caballería montado y un cañón, así como otras figuras que cubrirían las cuatro esquinas.
En esta plaza se consolida la libertad de México, así que hay toda una historia que contar. Un esfuerzo militar contra una invasión extranjera que sacó a flote el heroísmo de nuestros soldados. Cruz Álvarez recuerda que el proyecto ya estaba autorizado, “en 2005 se declaró listo para ejecutarse y se destinaron 12 millones de pesos, fue cuando a Tampico se le declaró ciudad heroica”.
Por otra parte, agrega que lamentablemente la “Plaza 1829, Tampico Heroico” en terrenos de la laguna del Carpintero está abandonada, nombre original de lo que se conoció como el Parque Metrópolix y donde se instaló una asta bandera monumental.
Considera que los políticos no conocen la historia y no saben apreciarla; el pueblo la valora porque es la herencia cultural de sus ancestros pero a las dependencias públicas se les tienen que recordar los hechos que nos dan identidad y pertenencia.
“En las escuelas todos los maestros están obligados a conocer la historia de Tampico y enseñarla a sus alumnos, tenemos que recuperar la memoria colectiva de la ciudad, enaltecer el valor de Tampico cada sábado o domingo, no cada año únicamente”, dijo.
El fenómeno natural que ayudó a derrotar al enemigo
Un huracán contribuyó a evitar que el Ejército Mexicano sucumbiera ante las fuerzas españolas durante el intento de reconquista. En ese entonces, la naturaleza fue una aliada para construir la Victoria de Tampico, episodio que dio a la región un destacado lugar en la historia del país.
“Es el primer ciclón documentado en la historia moderna de Tampico”, afirma el investigador Francisco Ramos Alcocer, porque existe una imagen al óleo donde Antonio López de Santa Anna da la orden final de atacar a los españoles, después que ambos ejércitos se vieron impactados por los efectos del meteoro. Retrata lo sucedido al día siguiente del huracán de categoría dos y el cuadro se puede admirar en el Castillo de Chapultepec, donde el jefe de los soldados mexicanos apunta hacia La Barra, lugar en que se pertrecharon los enemigos, expone Francisco Ramos Alcocer.
“Aunque la imagen fue pintada años después, refleja el momento en que se va a atacar al ejército extranjero y cómo se encontraban ambas fuerzas después del ciclón que pegó el 10 de septiembre y que dio la oportunidad de triunfo”, comenta el historiador.
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Y es que se creía que el fortín español estaba inundado, pero bastó un cañonazo cuando López de Santa Anna se acercó, para que este último decidiera irse con todo contra los invasores.
“Aunque la imagen está dramatizada conforme a lo que le platicaron a su autor, gracias al cuadro tenemos cómo quedó el lugar, es la primera de la zona después de un ciclón, un momento histórico importante”.
De no haber llegado ese fenómeno natural, hubieran sido más días de espera y combate, pues se aproximaba un barco con refuerzos españoles, mismo que se tuvo que regresar porque sus compañeros ya se habían rendido.
En un óleo sobre tela, Santa Anna apunta hacia el fortín, es decir, rumbo a lo que es actualmente el faro. Esa imagen se convirtió en la primera después de un ciclón.
SJHN