A más de 40 años de su descubrimiento, la zona arqueológica de Cacaxtla presenta graves daños en su estructura, y una afectación en el mural de “La Batalla” que ya perdió 80 por ciento de su color original.
De acuerdo con un análisis comparativo hecho por la investigadora Claudia Brittenham, fueron al menos 10 pintores quienes participaron en la creación del mural La Batalla, gracias a que se logró determinar una decena de estilos pictóricos en esta obra.
La especialista en historia del arte, adscrita al Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Chicago, dijo que realizó un estudio minucioso “in situ” con un enfoque comparativo de los pequeños detalles que se repiten frecuentemente en la obra y en los que se puede ver la individualidad de cada pintor.
Explicó que dentro de esa decena de manos que pintaron el mural destacan la del artista que dibujaba los personajes con los pies gordos, otro que hacía dedos de los pies muy largos y uno más delimitaba los cuerpos con rayas.
Sobre los daños, en el año 2014 la entonces secretaria de turismo del estado, Adriana Moreno Durán, advirtió que el perjuicio en los murales de Cacaxtla es grave.
Los datos históricos revelan que este sitio fue redescubierto en 1975 por Manuel Vega Piscil, originario del pueblo de San Miguel del Milagro, quien labrando la tierra encontró plasmado en un muro el rostro de un personaje, hoy conocido como el "Hombre ave", y dio aviso a las autoridades del hallazgo.
Actualmente la erosión causada por la temporada de lluvias es evidente, se suma a pequeños derrumbes que se han registrado al interior del basamento, como ha ocurrido en el Templo Rojo, donde a simple vista se aprecian graves daños a la pintura mural.
Todo está lleno de grietas, no hay mantenimiento de consolidación, con los temblores los murales se han agrietado en pequeños fragmentos.
Cabe referir que, tras el hallazgo del sitio prehispánico, las estructuras y los murales del sitio arqueológico quedaron expuestos a las inclemencias del clima. Para protegerlos, en 1989, se colocó una enorme techumbre sobre el cerro; en mayo de 2007, una tormenta de granizo tiró un extremo de este techo, por lo que tuvo que ser reforzado.
Ante los cambios de la administración federal, fue designado el nuevo director del INAH en Tlaxcala, Vicente de la Rosa Herrera, quien se ha limitado a aparecer en eventos públicos.
Lo más reciente que declaró fue el interés por reparar los templos que fueron afectados por los sismos del 2017, sin embargo, no se ve avance en los trabajos.
Por esa razón el vocero de la Diócesis de Tlaxcala, Cristóbal Gaspariano Tela, aseveró que los trabajos que realizan autoridades en las iglesias afectadas por los sismos de 2017, les ha faltado voluntad y hay mucha tardanza para que estén en óptimas condiciones y los feligreses puedan estar en estos lugares de culto.
“Ha faltado voluntad, si la tuvieran ya estarían abiertas. Ojalá así se, que cada quien haga lo que les corresponda. Si las instituciones que están al frente tuvieran mayor voluntad, ya se hubiera terminado, pero bueno tenemos la esperanza de que sí lo puedan hacer”, señaló.
En cuanto a las zonas arqueológicas, no hay pronunciamiento al respecto, ni mucho menos la asignación de un techo financiero para la protección.
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