En Sídney 2000 el taekwondo mexicano entró de manera oficial al programa olímpico y desde ese entonces nuestro país tuvo presencia en el podio; sin embargo, en Tokio 2020 culminó esa racha luego de que Briseida Acosta y Carlos Sansores perdieran en primera ronda del certamen.
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En Sídney se logró un bronce con Víctor Estrada (-80 kilos); en Atenas 2004 una plata con Óscar Salazar (-58 kilos) y un bronce con Iridia Salazar (-57 kilos); en Pekín 2008 un oro con María Espinoza (+67 kilos); en Londres la taekwondoín repitió con un bronce (+67 kg) y también ganó una plata (+67 kilos).
Acosta, en más de 67 kilos, cayó por un marcador amplio de 21-3 ante la francesa Althea Laurin, y con ellos se confirmó el mal paso que tenía Briseida en eventos internacionales. Mientras que Carlos Sansores, en más de 80 kilos, fue eliminado en esa misma etapa por el croata Iván Sapinan con un marcador de 6-4.
“Tuve un combate raro y complicado, teníamos una estrategia, pero no sumábamos puntos y así son las cosas. No era lo que quería”, declaró Acosta.
Mientras tanto Sansores mencionó que hizo todo lo posible para remontar el marcador, pero no le alcanzó el esfuerzo realizado.
“Salimos por todo y hubo cosas que estuvieron fuera de nuestras manos, peleé cada round, cada segundo. Quería a darle una medalla a México, una buena alegría, y ahorita no salimos satisfechos y esto nos debe de servir para seguir mejorando”, mencionó Sansores.
Ahora el taekwondo nacional deberá trabajar rumbo a París 2024 con la finalidad de que este deporte regrese al podio olímpico.
ZZM