El objeto más preciado de los Juegos Paralímpicos de Tokio, las medallas de los tres deportistas que subirán al podio, cuentan en esta ocasión con el diseño de Sakiko Matsumoto y se inspiran en los abanicos japoneses tradicionales además de estar grabadas en braille en el anverso.
Más de 4 mil 400 deportistas llegados de 160 países con discapacidad física, intelectual, visual o parálisis cerebral afrontan en Tokio los Juegos Paralímpicos, que en la presente edición cuenta con 539 eventos (272 masculinas, 227 femeninas y 40 mixtas) con medalla.
Para fabricarlas el Comité Organizador de Tokio 2020 llevó a cabo varios proyectos, entre ellos uno que consistió en recoger pequeños dispositivos electrónicos para ser reciclados y, con ese nuevo material, diseñar las preseas. La iniciativa fue un éxito porque, según los organizadores, se recogieron casi 80 mil toneladas entre 2017 y 2019 procedentes de casi todas las ciudades de Japón.
El concurso de diseño de las medallas lo ganó Sakiko Matsumoto, artista de la prefectura de Chiba y graduada en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Tama.
Matsumoto diseñó una innovadora medalla basándose en uno de los elementos más implantados en la cultura japonesa, el abanico, con hendiduras en forma de círculo para que se pueda diferenciar con el tacto qué tipo de medalla es y por primera vez pensando en los deportistas con discapacidad visual al estar escrito en braille el nombre de 'Tokio 2020'.
Según los organizadores, el 'kaname' mantiene juntas todas las partes del abanico representando a todos los deportistas "al margen de su nacionalidad u origen, incorporando la amabilidad y vitalidad del pueblo nipón y reflejando el entorno natural de Japón".
Además, los estuches de las medallas de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 están hechos de madera de tamo (fresno japonés) en el color índigo tradicional nipón, hechos a mano por artesanos expertos con las sofisticadas técnicas japonesas de carpintería.
GFR