Su pasión por el béisbol, que nace desde su infancia en la Ciudad de México, llevó al Ingeniero Agrónomo, José Ramón Sánchez Escalante, a convertirse en un fiel aficionado al rey de los deportes, en específico a sus queridos Pericos de Puebla, amor que ha plasmado con una impresionante colección que al día de hoy se conforma de más de 3 mil pelotas de béisbol, dignas de un récord a nivel mundial.
Tras varios años de asistencia constante al parque de pelota de los Hermanos Serdán, desde su llegada a la Angelópolis, donde vio no sólo el ascenso y ocaso en varias de sus etapas de la parvada esmeralda, sino también a los extintos Ángeles de Puebla y los Ángeles Negros, Sánchez Escalante encontró por casualidad en uno de sus múltiples viajes por los Estados Unidos, allá por el año de 1980, algo que se convertiría en un hobbie: la colección de pelotas conmemorativas.
Fue a raíz de lo que él llama un azar del destino que en una gasolinera adquirió sus primeras quince esféricas, lo que detonó la búsqueda de más ejemplares, con el simple afán de plasmar su cariño por el juego de pelota, que al día de hoy no se detiene, sino por el contrario va en continuo crecimiento.
Hablamos de más de 3 mil 100 pelotas al día de hoy, en dinero, ¿cuánto considera que le ha invertido para juntar esta colección?
"El dinero en comprar la pelota, un promedio de 30 dólares por pelota, pero mis primeras pelotas fueron compradas en estadios, en tiendas de souvenirs, compradas físicamente, eso sí cuesta, porque es hotel, gasolina, todo, pero como se volvió un hobbie, no me di cuenta, me iba hasta un mes y así iba recolectando, antes no había Internet, mediante el periódico iba viendo dónde habría juego, hacia mi itinerario para comprar mis pelotas. No nada más iba a Ligas Mayores, fui también a Ligas Menores, a todas".
Dentro de su colección, ¿cuál es la más valiosa en lo sentimental y en lo económico?
"La más valiosa en el tema sentimental fue una que me consiguió una de mis nietas en un partido en San Antonio, al final, en la octava entrada bajó por la pelota, ahí la tengo y es mi favorita. En cuanto a precio, antes entraba en subastas, pero es una colección de los títulos de Serie Mundial que han ganado los Yankees, fui a la subasta y esa es la colección de veintisiete pelotas por las que pagué 5 mil dólares".
Además de pelotas conmemorativas, ¿tiene alguna firmada por algún pelotero de puño y letra que le represente algo importante?
"Tengo firmadas cuando mucho unas quince, pero tengo unas que me merecen mucho respeto y cariño por cómo me las dieron, me considero amigo de Alfonso 'Houston' Jiménez, me consiguió la de Sergio Romo, también la de los Charros de Jalisco campeón de la costa del Pacífico, tengo la de Rodrigo López, dos de Jorge Fitch, tengo una que ni siquiera está dedicada para mí que es de Adrián González, un señor me la mandó porque se enteró de mi colección".
En el futuro, ¿qué piensa hacer con esta colección, la heredará, la venderá?
"Como es mi hobbie no he pensado a futuro, he pensado a dónde va a parar después de mí, en una ocasión dije que la colección iba a ser para mi nieto, pero la emoción me ganó, ahora aclaro que la colección es para mi hijo, que yo haya pensado en algún lado, venderla o llevarla a algún lado, es difícil porque son muchas pelotas, las tuve en mi oficina, pero al final me las traje ya a mi casa, aunque debo decir que nadie nunca me ha preguntado si vendo mi colección".
Así, al cabo de 39 años, la búsqueda de José Ramón Sánchez Escalante no parece tener aún fin, en espera de pronto sumar nuevos y más atractivos ejemplares, con el único objetivo de vivir su pasión por el beisbol al tope.
MITM