La NFL recomendó a los encargados del Estadio Azteca que tuviera una correcta planeación en su calendario de eventos previo al juego, algo que hace con todos los inmuebles que van a tener un duelo, y fue precisamente un descuido en esta parte el que acaba de llevarse el encuentro de la Ciudad de México a Los Angeles.
La NFL cuida todos los detalles para poder presentar su espectáculo, y el campo tiene una alta prioridad, como se confirma en la página de Field Operations, donde el mensaje principal dice: “pocas cosas tienen un rol más importante en cuanto a calidad, integridad y seguridad para un juego que el campo”.
Y ahí mismo se ve que el plan del departamento de Operaciones de la NFL ocupa muchas áreas, incluyendo un llamado a los encargados de los estadios: “La liga le recomienda a todas las sedes considerar los días en que están programados los juegos cuando hagan sus planes al agendar otros eventos, para permitir que haya suficiente tiempo para hacer reparaciones, regar o reemplazar las partes del campo de juego que lo necesiten para estar listos para el siguiente juego”.
La NFL no deja nada al aire y no solo presumen los más altos estándares de calidad y seguridad como requisito, y los hace para evitar que se presente una situación como la que se acaba de dar, en la que puede haber consecuencias. Aquí destaca obviamente el tema de los dos conciertos que se realizaron en este inmueble, sobre todo el último, del canal Telehit el miércoles 7 de noviembre, a solo 12 días del encuentro de Monday Night.
Previo a todos los juegos, y más los que son fuera de los Estados Unidos, se hacen varias revisiones al sitio, y en todas ellos existe pruebas.
Expertos en certificación en campos hacen todo tipo de ensayos para checar la solidez de las canchas, y en caso de no pasar esas pruebas, se tiene que arreglar para que quede listo antes del juego. Por ejemplo, se hacen test de presión para checar que no haya algún tipo de hundimiento o desnivel, para ver que todos los jugadores puedan tener el mismo tipo de agarre al hacer un arranque, para disminuir las posibilidades de que se presente una lesión.