Isaac Alarcón. Esfuerzo y disciplina

Llegar a jugar en la NFL no es fácil, ni siquiera para los deportistas estadunidenses que pasan toda su vida entrenando en escuelas con las mejores condiciones posibles. Isaac Alarcón, originario de Monterrey, comenzó a jugar a los 14 años. Hoy está a punto de iniciar su quinto año en la liga de futbol americano más importante del mundo. Esto es solo el principio, pues aún trabaja para debutar en un partido de temporada regular. El 11 de febrero, Isaac asistirá al Super Bowl LVIII de la mano de BOSS —vistiendo la nueva colección BOSSXNFL— soñando con que, en un futuro próximo, pueda estar jugando en el campo.

Como parte del International Pathway Program, Alarcón hizo el viaje de Monterrey a Dallas, donde persiguió su sueño de convertirse en liniero ofensivo. Un año antes de su viaje a la NFL, Alarcón se sometió a una cirugía y se mantuvo firme en la búsqueda de su sueño de la infancia de convertirse en un jugador profesional. Alarcón ha expresado su deseo de ir más allá de ser solo un jugador de futbol americano, con el objetivo de convertirse en una inspiración para sus compatriotas mexicanos.

Con el número 60 a la espalda, aspira a motivar a la NFL a reconocer y abrazar el talento de los jugadores mexicanos a través de sus excepcionales actuaciones en el campo. En conversación con M Revista de MILENIO, el deportista habla de su carrera profesional y de los retos que ha tenido que superar para llegar hasta donde está hoy.

¿Cómo fue la transición de jugar futbol universitario en México a la NFL?

Fue un proceso desafiante, tanto psicológica como físicamente. Me encontré con un aumento significativo en el nivel de exigencia. Gracias a un proceso gradual de adaptación, pude ajustarme al nuevo estilo de vida. Además, no hay que perder de vista que, a pesar de los retos, el futbol mantiene su esencia lúdica, es un deporte y sigue siendo un juego.

¿Qué significó incorporarte a los Dallas Cowboys, una de las instituciones deportivas más importantes?

Cuando llegué me acogieron con gran calidez. Toda la comunidad hispana me dio un abrazo de apoyo, a pesar de que no soy ninguna estrella. Es un verdadero privilegio estar aquí, la excelencia del club se nota hasta en los detalles más sutiles.

¿Cómo mantienes el equilibrio mental y físico?

Mi equilibrio está profundamente arraigado en mi fe. Algunas personas se centran en la meditación o en la exploración energética, mi propia búsqueda de equilibrio y fortaleza se centra en mi conexión con Dios. Confío en que tiene un plan perfecto para mi vida, y permite oportunidades de crecimiento que moldean mi carácter. En esta fe encuentro mi ancla y mi paz interior.

¿Qué aspectos de tu juego crees que has mejorado desde que llegaste a la NFL?

He crecido, madurado y evolucionado. Cada experiencia ha supuesto un empujón hacia una versión mejorada de mí. Cuando has pasado por cirugías, sabes que tienes que desafiar a tu cuerpo constantemente. He adquirido conocimientos y me he informado sobre el autocuidado, la importancia de una dieta equilibrada y el estiramiento del cuerpo, lo que ha contribuido a aumentar mi agilidad y velocidad.

¿Qué consejo le darías a los jóvenes futbolistas?

Que no dejen que la negatividad de los demás frustre su desarrollo. Todos cometemos errores y nadie se convierte en el mejor de la noche a la mañana, todo requiere compromiso. Necesitan dedicar tiempo para que puedan seguir mejorando, porque cuando llegas a un nivel muy alto, todo el mundo ya es bueno, y lo que los diferenciará del resto es que sean excelentes.

Hablando de excelencia, Brock Purdy, quarterback de San Francisco, es un ejemplo inspirador de jugador al que admiro. A pesar de haber sido elegido el último en el draft, su duro trabajo y dedicación lo llevaron al Super Bowl. Es un poderoso recordatorio de cómo el trabajo y la determinación transforman las oportunidades en logros extraordinarios.

¿Qué hacer para que más mexicanos lleguen a la NFL?

Invertir en el deporte, sobre todo en disciplinas como el futbol americano, es fundamental. Requiere recursos importantes y exige un alto nivel de preparación física. Es crucial contar con un equipo de entrenadores capacitados y comprometidos con la mejora continua; es esencial que todos los jugadores mexicanos reciban clases de inglés, lo que podría abrir más oportunidades para que el talento mexicano llegue a la NFL. Este enfoque integral ayudaría a fortalecer la presencia de México en el ámbito internacional del americano.

De cara al futuro, ¿cuáles son tus objetivos personales?

Aspiro a ser titular en el equipo en el que estoy, y más que eso, quiero dejar un legado, hacer historia.

evt