Jugué americano por hacer amigos y gané dos anillos de Super Bowl: Raúl Allegre

Entrevista | Lado B

El torreonense tiene una maestría en administración de empresas por la Universidad de Texas, fue pateador con Gigantes de NY y dice que hace las mejores quesadillas de toda la ciudad de Marlin.

“Mi música preferida es el rock, pero no el metal. Me gustan The Beatles”. (Especial)
Jorge Almazán
Ciudad de México /

Esposo y padre de tres hijos. Licenciado en ingeniería civil y doctor en administración de empresas, ambas por la Universidad de Texas, Raúl Allegre (Torreón, 1960), a los 18 años aún no había visto un juego de futbol americano, mucho menos patear un ovoide.

Asegura que Dios lo puso sobre el terreno de juego, emparrillado que le dio dos anillos de Super Bowl, con Gigantes de Nueva York, como pateador, y un par de amigos Bill Parcells y Belichick.

Hace “las mejores quesadillas de toda Marlin”, le gustan The Beatles y baila cumbias; hoy narrará su Super Bowl 23 para ESPN.

¿Cómo se describe?

Como alguien que tuvo la oportunidad de que Dios lo encausara en un camino inesperado. Amo lo que hago. Toda mi vida quise ser ingeniero civil y tuve una beca para jugar americano, que me abrió las puertas a la NFL.

¿Por qué se fue a EU?

A los 18 años, por intercambio a aprender inglés. Llegué a un pueblo, Montana, donde no existía el soccer, solo futbol americano, que nunca había visto ni en televisión, o correr a campo traviesa. Quería hacer deporte pues era más fácil hacer amigos, me fui a una práctica de futbol.

¿Y qué pasó?

No tenía la altura para jugar de linebacker ni la velocidad de receptor. Vi a un jugador de línea defensiva batallar para patear puntos extras de punterazo, y pensé que yo lo podía hacer. Hablé con el entrenador, al otro día me probó, era la primera vez que pateaba un ovoide, pero metí todos los goles de campo, incluido uno de 55 yardas.

Entonces se quedó…

Sí, luego el entrenador me promovió y consiguió una beca. Estuve dos años en Montana y me cambié a la Universidad de Texas, pues estaba entre las cinco mejores clasificadas para estudiar ingeniería y me quedaba a nueve horas manejando de Torreón. Hice una carrera aceptable. Después de la NFL hice ahí la maestría en administración.

Un mexicano a la NFL…

Me ofrecieron dos contratos para ser agente libre. Al final de la temporada Jim Brandt y Tommy Morris me contactaron después del draft de 1983 y me llevaron al campo de entrenamiento a probarme.

¿Cómo le fue?

Los Halcones de Atlanta era un equipo sotanero y los Vaqueros de Dallas ya era un equipo que recibía mucha atención, estaba Tom Landry y tenían a Rafael Septién, pero yo tendría proyección, me quedé en Dallas.

¿Llegó la oportunidad?

Alan Larry, mi entrenador en equipos especiales en Texas me la prometió en el primer partido de pretemporada y convertí un intento de 52 yardas. Después llegaron scouts a hacerme pruebas, terminé con Potros de Baltimore, el último equipo de ahí y el primero de Indianápolis. En 1986 pasé a Gigantes de Nueva York, año en el que tuve la fortuna de ser parte del equipo campeón del Super Bowl y se repitió en 1990.

¿Qué se siente ganar dos Super Bowl?

Es una experiencia difícil de describir. Fueron dos veces. Salir al campo es abrumador emocionalmente, la adrenalina a todo lo que da, el pulso cardiaco late muy rápido. Lo comparo con el nacimiento de mis hijos. En mi caso, cuando termina el juego, no fue júbilo, algarabía y emoción sino calma, paz interna y darme cuenta que realice una meta que cambiaría el resto de mi vida.

¿Qué siguió?

Había lanzado una compañía de construcción con dos amigos y estaba en la maestría en administración cuando salió, en Austin, la oportunidad de hacer un programa de comentarios en español similar a lo que hoy hacemos en NFL Live, trabajando para NFL Films y me aventé al ruedo.

¿Cómo saltó a ESPN?

Estaba en el programa y me daban la oportunidad. Hablé con Romeo Crennel que en 1996 era entrenador de línea defensiva con Patriotas de Nueva Inglaterra, de Bill Parcells, le pedí que me enseñara a ver un partido como entrenador. Fueron dos días intensos analizando todo, tomé apuntes que tengo y reviso constantemente, luego estudié la parte humana de un partido… y llegué a ESPN.

¿Quién lo apoyó?

Tuve la gran oportunidad de estar todos los días de 20 a 25 minutos con Bill Parcells y Bill Belichick durante cinco años, era parte del grupo de Belichick en sus sesiones individuales con linebacker y back defensivos, así como del scouting junto con Sean Landeta. Cree una relación personal con Belichick y aprendí de la atención que daba a cada detalle. A la fecha sigo en contacto con ambos.

¿Jefes o gambusinos?

Quiero ser lo más imparcial posible, así que me reservo el pronóstico.

¿Qué música le gusta?

De todo, mi favorito es el rock, pero no el metal, mi grupo es The Beatles. Para bailar me gustan las cumbias, pero soy muy malo, además de que hace año y medio tuve un incidente y tengo muy mal mi columna.

¿Qué ve en televisión?

Además de deportes, la serie Blacklist, pero me gustan los programas históricos.

¿Va al cine?

Cuando no hay temporada voy con mi esposa todos los viernes. Acabo de ver 1917.

¿Cocina?

Me queda muy bien la machaca con huevo, la hago los sábados para mi familia, y preparo las mejores quesadillas de Marlin, las hago a mis amigos cuando me toca organizar la partida de dominó.

¿Qué lee?

Novelas de ficción, biografías y textos educativos. Voy a empezar a leer El corazón del árbol solitario.

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