Aunque el primer Super Bowl se llevó a cabo en Los Ángeles, fue en enero de 1968 cuando el espectacular encuentro descubrió su verdadero hogar.
Los Green Bay Packers vencieron 33-14 a los Oakland Raiders en el Super Bowl II ante 75 mil espectadores que abarrotaron el mítico Orange Bowl. Donde la atmósfera del diseño de los estadios colegiales y el envidiable clima del sur de la Florida en los primeros días del año, lo convertirían en la opción ideal para que el partido se volviera a disputar ahí en 1969 y 1971 para las ediciones III y V.
El Orange Bowl tenía una magia particular, que fue parte de los mayores éxitos de los Huracanas de la Universidad de Miami de 1937 hasta 2007 y también de las glorias de Don Shula, antes de que los Delfines se mudaran al entonces llamado Estadio Joe Robbie. Hoy Hard Rock, por motivos de patrocinio.
El idilio de la liga con Miami se mantendría como una constante, pero fueron apareciendo otras sedes como Nueva Orleans (con el estadio Tulane y más tarde el Super Dome), Tampa Bay y San Diego, además de Los Ángeles y Pasadena, que se volvieron otra opción constante.
El condado de Miami-Dade recibiría entonces el Super Bowl X y el XIII, que marcarían un hito en la historia de la liga, pues enfrentaron a los dos equipos con mayor popularidad, justo en los años en los que ambas franquicias construían su legado.
Primero, Chuck Noll vencería a Tom Landry desde el banquillo por un marcador de 21-17 en enero de 1976 y repetiría la dosis tres años más tarde en un espectacular partido, que representaría el tercer título de la dinastía de los Acereros y sería el último Super Bowl para el Orange Bowl. Que se mantuvo activo 30 años más, pero solo para futbol americano colegial.
Ahí vino la primera larga ausencia, pues fue hasta 1989 cuando el Joe Robbie se vistió de gala por primera vez para coronar a los campeones y sería también una noche para el recuerdo con la remontada histórica de Joe Montana, que culminaría en el pase a John Taylor y la victoria 20-16 de San Francisco sobre Cincinnati.
Después de Montana, el Joe Robbie se mantuvo como la casa de las leyendas pues Steve Young, John Elway, Peyton Manning y Drew Brees se coronarían entre 1995 y 2010.
Pero ni la infraestructura hotelera, o sus espectaculares playas serían factores para convencer al actual comisionado de la NFL.
A su llegada Roger Goodell impuso una política en la que se premió a las franquicias que construyeran un estadio nuevo y así aparecieron sedes como Dallas, Indianápolis, Nueva York, San Francisco, Minnesota y Atlanta con instalaciones recién inauguradas y con avances en comodidad para los espectadores que el antiguo estadio de los Delfines no tenía.
La salida de los Marlins a su propio estadio de beisbol en 2012, una inversión de más de 350 millones de dólares, así como el nombramiento de Dan Marino como imagen del comité organizador fueron necesarios para que Miami tuviera una nueva oportunidad, decisión que miles de aficionados agradecen, pues un total de 23 millones de turistas la visitaron en 2018.
Los 10 SuperBowls en Miami
No. Equipos (Marcador) Estadio
II Green Bay 33-14 Oakland Orange Bowl
III NY Jets 16-7 Baltimore Orange Bowl
V Baltimore 16-13 Dallas Orange Bowl
X Pittsburgh 21-17 Dallas Orange Bowl
XIII Pittsburgh 35-31 Dallas Orange Bowl
XXIII San Francisco 20-16 Cincinnati Joe Robbie
XXIX San Francisco 49-26 San Diego Joe Robbie
XXXII Denver 34-19 Atlanta Joe Robbie
XLI Indianápolis 29-17 Chicago Dolphin
XLIV Nueva Orleans 31-17 Indianápolis SunLife
Momentos de leyenda
1969: Joe Namath y los Jets llegaron al SuperBowl con la peor desventaja en la línea de las apuestas con 18, sin embargo el quarterback prometió una victoria ante los Potros y establecieron la que se mantiene como la mayor sorpresa en la historia.
1971: La maldición de los Vaqueros comenzó con una derrota ante Baltimore en Miami. Aunque el equipo de la estrella solitaria se ha coronado en cinco ocasiones, también ha perdido tres y todas se dieron en el extinto Orange Bowl.
1989: Joe Montana le dio un nuevo significado a las remontadas con una serie a prueba de castigos y errores. Con Jerry Rice como protagonistas llegaron hasta la zona roja donde John Taylor atrapó el pase que les dio la victoria con 34 segundos en el reloj.
2007: El primero de Peyton Manning resultó también en su primer título. La escena no era prometedora cuando Devin Hester arrancó con un regreso de kickoff hasta las diagonales, pero Manning tomó el control desde el segundo cuarto para levantar el Lombardi.
2010: La osadía de Sean Payton al mandar una patada corta para arrancar la segunda mitad rindió frutos y los Santos de Nueva Orleans tomaron la ventaja por primera vez en un partido donde habían sido inefectivos en el arranque.
JMRS