Barre, la práctica de moda que una vez fue subversiva

Yoga, Pilates y Ballet en una misma práctica? Eso es Barre, el fenómeno del fitness basado en ejercicios de tonificación y elongación ejecutados en una barra de ballet, que cada vez gana más adeptos alrededor del mundo

Yoga con Marien Estrada
Ciudad de México /

La práctica de Barre combina los estiramientos y la profundización de las posturas de Yoga, la precisión de Pilates y los movimientos y posiciones del Ballet. Entre sus beneficios está el mejorar la postura, reforzar el sistema cardiovascular, aumentar la fuerza y tonificar la musculatura.

La idea principal detrás de este ejercicio es encontrar el balance entre la mente y el cuerpo, y se logra a través de ejercicios isométricos que son pequeñas repeticiones de movimientos específicos que se mantienen por un tiempo determinado para que el músculo se contraiga y se fortalezca.

Las clases en general empiezan con un calentamiento de piernas y brazos. Después, se calienta el abdomen y el resto de los músculos más profundamente con planchas bajas y altas y lagartijas. La clase continúa con ejercicios y repeticiones con pesas ligeras para fortalecer los brazos, y continuará con ejercicios de pierna y glúteo en la barra o en el mat. También hay abdominales, en posiciones específicas para trabajar los músculos desde los más superficiales a los más internos, y termina con estiramientos en posiciones de yoga.

La mayoría de los ejercicios trabajan con el propio peso, en la llamada zona de calor del músculo, ayudando así a fortalecer y generar resistencia. Resulta que hacer muchas repeticiones de pequeños movimientos ayuda a que se trabaje un músculo en específico a la vez y además, previene que los tendones y los músculos se lesionen.

El entrenamiento fue desarrollado por una bailarina de ballet alemana avencidada en Londres, Lotte Berk. Después de una lesión de espalda, decidió combinar su rutina de baile con una terapia de rehabilitación. Abrió su primer estudio en 1959 en el sótano de su casa.

En 1971 una de sus estudiantes, Lydia Bach, retomó el concepto y lo introdujo en Estados Unidos, abriendo su estudio Lotte Berk Method en Nueva York. Con el tiempo se han ido creando variaciones al entrenamiento original.

CONECTANDO MENTE Y CUERPO

Dicen los expertos que los pequeños movimientos en una clase Barre, ayudan a activar músculos que generalmente no se utilizan con frecuencia, por lo que se realiza un fortalecimiento inédito y nuevas conexiones neuromusculares.

De entrada con la práctica de al menos tres veces a la semana de este entrenamiento, la postura, el tono muscular y la aptitud cardiovascular mejoran notablemente; además hay un aumento de la flexibilidad en todo el cuerpo; una mayor eficiencia del movimiento y una mejora considerable de la coordinación y el equilibrio.

Entendiendo que lo que es afuera es adentro y que todo está interconectado, a nivel mental cuando se tocan las partes más internas del cuerpo, también se tocan las partes más escondidas de la sique. Como explica la instructora Alma Barreras, “cuando hablamos de fuerza no se refiere sólo a una fuerza física, sino a que también se desarrolla fuerza emocional y fuerza mental.”

UNA PRÁCTICA SUBVERSIVA

De acuerdo a un artículo pubicado en el portal de la cadena CNN, hay un secreto que la mayoría de los estudios de Barre no dicen -y que muchos instructores ni siquiera conocen- y es que los orígenes de esta práctica son profundamente sexuales. Su creadora, Lotte Berk, una defensora del amor libre que comenzó a enseñar el régimen en 1959, específicamente deseaba promover lo que ella llamaba "el estado del sexo" animando a las mujeres a practicar sexo para su propio placer.

En Nueva York, Lydia Bach no dejó fuera este legado. En un artículo del New York Times de 1972, Bach describió el método como "una combinación de ballet moderno, yoga, ejercicio ortopédico y sexo".

Para los años ochenta la idea inocente de que el sexo podía ser un camino hacia la libertad y la iluminación había llegado a su fin. Las mujeres habían probado la fuerza y se dieron cuenta de que el sexo no era el único aliciente para hacer ejercicio. En 1990, el barre había dejado atrás su origen subversivo.

Hoy por hoy, las entusiastas del barre dicen que no siempre quieren sentirse sexuales mientras ejercitan. Para la instructora Burr Leonard "enfatizar el aspecto sexual, francamente, se vuelve aburrido. La gente quiere ir a clase y quieren enfocarse en la forma. No creo que realmente quieran que se les diga una y otra vez qué tan bueno es para su salud sexual".

(Con información de directoalpaladar.com.mx, harpersbazaar.com, expansion.mx)

  • Marién Estrada
  • infocaminoamarillo7@gmail.com
  • Periodista egresada de la Universidad Iberoamericana, especializada en temas de cine y conciencia. Desde 2015 escribe la columna "Mente y Cuerpo Sanos" en Milenio Diario. Es autora de "Yoga en tiempos sociales".

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