Nacido y crecido en Racing Wisconsin, Caron Bluter tuvo una infancia y adolescencia complicadas, pues al criarse en una zona conocida como "la capital de la mariguana", tarde o temprano se vio inmiscuido en el mundo de las drogas.
El ex estrella del basquetbol que debutó en la NBA con el Miami Heat en 2002 fue arrestado en varias ocasiones antes de los 15 años. Caron creció sin un padre y su madre se la pasaba trabajando.
La vida de Caron arrancó como la de tantos, sin un padre –abandonó a la familia- y con una madre que hacía todo lo que podía para cumplir ambas funciones y sostener económicamente la casa. Las condiciones afectivas y económicas que vivió en Racine, llevaron a Butler a elegir un camino complicado: "¿Por qué iba a estudiar si no venía un impacto rápido en mi vida? Vender drogas, en cambio, me daba cientos de dólares por día", fue el pensamiento del ex NBA, según compartió Infobae.
En su biografía publicada en 2015 llamada "Tuff Juicie, mi viaje desde las calles hasta la NBA", Butler relató cómo comenzó a disparar armas de fuego a los 9 años y a vender drogas a los 11. Cuando su tío Carlos -que fungió de su figura paterna durante su infancia- estaba libre, Caron veía el dinero, joyas y lujos que éste obtenía así que le copio.
EL INICIO EN LA VENTA
A los 11 años Caron consiguió una pequeña cantidad de mariguana y comenzó a venderla en un parque cercano a su casa; en su primer día de venta recaudó 38 dólares y por eso se motivó a seguir por ese camino.
Su coartada era la venta de periódicos, sobre todo para que su madre no sospechara ni se enterara de dónde salía ese dinero.
La reivindicación de Caron comenzó cuando él tenía 16 años y estudiaba en la secundaria; la policía llegó a su casillero donde encontraron droga, una pistola calibre 32 y mil 200 dólares. Ante ello, fue condenado a nueve meses de prisión y fue encerrado en una correccional.
"Fue la peor experiencia de mi vida. Recuerdo cómo mi madre acompañó al autobús penitenciario hasta la misma puerta del correccional. Fue muy triste", recordó. "Me dediqué a leer, a escribir y definitivamente entendí que lo mío no podía seguir siendo esto, que tenía un talento –jugar al básquet- y debía aprovecharlo"
EL PERDÓN
Aunque entendió que debía comenzar a cambiar de rumbo, no sería cosa sencilla. El 22 de marzo de 1998 la policía y un escuadrón del equipo SWAT y de la División Anti Narcóticos llegaron a una casa ubicada en Avenida Bluff 1206 como parte de una redada, donde encontraron 15-3 gramos de crack y a un joven de 17 años escondido en el garage; se trataba de Caron Bluter.
Ante la situación, Bluter pudo haber sido condenado a 10 años de cárcel; sin embargo el detective Rick Geller que estaba al mando del operativo decidió no imputar al chico.
"Un narcotraficante no tiene un trabajo en Burger King por tan poco dinero… Y menos si en ese trabajo se quema las manos haciendo papas fritas. Un traficante no tiene 11 dólares en su bolsillo, se tapa con frazadas cuando entra la policía a su casa, ni llora de esa forma cuando asegura no ser culpable", analizó Geller años después sobre aquella escena policial.
Cuando salió de la correccional, Butler se matriculó en Maine Central Institute, donde mostró su verdadero cambio y su talento, sobre todo como anotador. Esto le permitió ganarse una beca en la prestigiosa Universidad de Connecticut donde se destacó tanto en promedios como en su juego, logrando formar parte del seleccionado nacional estadunidense que conquistó el oro en el Mundial Sub 19 del 2001 en Saitama, Japón.
En 2002, luego de lograr el título de conferencia con UConn y ser elegido el mejor jugador del Big East, Butler fue elegido en el puesto número 10 del draft de la NBA por Miami Heat y Pat Riley, el resto de la historia, habla por sí sola.
En la NBA, Caron Bluter defendió a equipos como Miami Heat, Los Ángeles Lakers y Washington Wizards; el 6 de febrero del 2018, Bluter anunció su retiro como profesional en la revista The Players Tribune.
FCM