El ex basquetbolista estadunidense Michael Jordan es bien conocido por su paso con los Chicago Bulls (1984-1993 y 1995-1998), sin embargo algunos desconocen qué fue de él tras su paso con la quintenta que aparece en el documental The Last Dance.
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En el 2001, días después del atentado del 11 de septiembre en el cual el grupo terrorista Al Qaeda atacó las Torres Gemelas y el Pentágono, Jordan anunció su regreso a las duelas por amor al deporte.
“Retorno como jugador al deporte que amo. Sé que esto es un desafío. No estoy haciéndolo ni por dinero ni por gloria, sino porque verdaderamente amo este deporte. Es lo mejor de mi vida”, señaló Michael Jordan en el comunicado de su regreso.
Mucho se especuló sobre su regreso a la duela, varios pensaron que fue debido a que Mario Lemieux, propietario de la franquicia de los Pingüinos de Pittsburgh en la NHL y amigo de Jordan, regresó para jugar con el equipo del cual era dueño.
Otros tantos señalan que el regreso de Michael Jordan fue para ayudar a las víctimas del 9/11. Una de las primeras acciones que realizó Su Majestad cuando se enfundó en la playera de los Washington Wizards, fue donar su sueldo de un millón de dólares a las familias de las víctimas del ataque terrorista.
“Es mi forma de devolver y, con suerte, ayudar a los necesitados durante un momento terrible”, señaló en aquella época Jordan.
El regreso de Michael Jordan con los Wizards fue espectacular, pues de ser de los equipos más bajos de la NBA llegaron a soñar con alcanzar los playoffs. El ex 23 tuvo dos acontecimientos importantes en diciembre: ante los Indiana Pacers marcó tan solo 6 puntos, rompiendo una racha de 866 juegos anotando al menos 10 unidades y -tan solo dos noches después- anotar 51 puntos ante los Charlotte Hornets.
Michael Jordan promediaba 25.1 puntos por partido, más de seis rebotes y cinco asistencias, sin embargo, todo cambió cuando el 7 de febrero del 2002 tuvo una lesión cuando chocó con su compañero Ethan Thomas.
“Me estoy haciendo viejo, y esto es una muestra más de que el final de mi carrera se acerca, porque el cuerpo me está enviando mensajes muy claros”, comentó en aquella época quien consideran varios que es el mejor basquetbolista de la historia.
Para su regreso de la lesión se ideó un plan: que Jordan sumara menos de 30 minutos por partido. En sí, lo acordado funcionó, pues Air Jordan jugó un promedio de 28 minutos, sin embargo, sumaba 16 puntos por juego aunque tuvo encuentros en el que se anotó ocho puntos o menos.
El 16 de abril de 2003, Jordan decidió colgar los tenis ante los Philadelphia 76ers, en donde terminó con 15 puntos en 28 minutos. Cuando fue sustituido en el último cuarto, no pudo sentarse, ya que los rivales, sus compañeros de equipo y 18 mil aficionados le rindieron una ovación. Ese fue el verdadero Último Baile de Michael en la NBA.
ZZM