Después de visitar la semana pasada las obras de construcción del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, en Monterrey, Alfredo Harp Helú acudió al Autódromo Hermanos Rodríguez para conocer los avances de la otra joya que prepara, el nuevo estadio de los Diablos Rojos. Y muy distinto es como encontró este lugar. A pesar de que gusta tener actividad en las redes sociales, dando retuits y likes a las fotos que se publican del inmueble, Harp Helú conoció en persona el porcentaje de avances que se tienen en esta construcción, desde los trabajos que se están haciendo en las tribunas como lo que ya se tiene armado en otras áreas, como los clubhouses y los palcos.
Ya sin la gigantesca grúa que colocó todos los módulos del techo, el estadio entró a la fase en la que se trabaja en los elementos externos, en los detalles, mismos que no era posible tenerlos debido a lo delicado que resultó la operación de las estructuras de la techumbre que en este momento ya luce con las pantallas que cubrirán del sol y la lluvia a los aficionados.
Harp hizo un recorrido integral desde el área de los jardines, donde se encuentran las nuevas tribunas tubulares (que originalmente no estaban planeadas) y que también contarán con butacas, pasando por la zona de los locales del área gastronómica que se encuentra a un costado del jardín derecho para continuar en los palcos que están ubicados entre el primero y el segundo nivel. De ahí siguió la visita a las cabinas de transmisión y de operación del sonido local y pantallas del estadio, que estarán ubicadas en la parte más alta del segundo nivel del inmueble.
El recorrido se extendió al clubhouse, dugouts, gimnasio, jaula de bateo, tienda, estacionamiento, explanadas, taquillas, baños, estacionamiento y oficinas administrativas. Al verificar que los avances van de acuerdo con el último reporte, se confirma que el nuevo estadio del México será inaugurado en 2019.