Si no encuentras la forma de disminuir las revoluciones de la ofensiva que anotó más carreras en la temporada y que promedió 6.4 en los playoffs, difícilmente les puedes arrebatar una victoria, y menos si tus bats solo tienen una entrada donde muestran tener vida y acaban la noche con solo tres imparables. Así, los Medias Rojas están a dos victorias de ser campeones de nueva cuenta, y van por esos triunfos a Los Ángeles, donde la historia juega a su favor.
En las Series Mundiales 54 equipos se han puesto arriba 2-0, y solo 11 veces no han sido campeones. Así de duro es el reto, así de complicada luce la realidad para los dirigidos por Dave Roberts, quien el viernes buscarán que la condición de local cambie su situación.
Por lo pronto, fue otro explosivo momento el que inclinó la balanza para los Red Sox. En la quinta caían 2-1 y anotaron tres veces aprovechando lo que el abridor y un relevo Dodger les dio con dos outs: dos sencillos, dos pasaportes y otro hit se hicieron tres anotaciones.
¿Qué respuesta tuvieron los Dodgers? Ninguna, el clima frío simplemente los congeló. Teniendo la soga en el cuello, solo desfilaron uno tras otro, sin buscar algo que cambiara el ritmo del juego a su favor. En la sexta, séptima y octava se fueron en tres hombres para llegar a su muerte segura ante el taponero Craig Kimbrel.
Así, los Medias Rojas de Boston vencieron 4-2 a los Dodgers en el segundo juego del Clásico de Otoño, que este jueves se traslada a Los Ángeles, para el viernes tener a los Dodgers como equipo local, casi con la espalda contra la pared.
Boston toma la ventaja
El primer momento en que la ofensiva venció al pitcheo se dio en el segundo rollo, cuando Ian Kisler mandó al plato a Xander Bogaerts con sencillo, en la segunda tanda. Un descuido de Kisler al querer llegar a tercera en un hit de Jackie Bradley detuvo este ataque.
Los Dodgers encontraron en la cuarta tanda la forma de armar una ofensiva de peligro cuando llenaron la casa, y un elevado de sacrificio de Matt Kemp y un sencillo de Yasiel Puig les dio el control del juego: 2-1.
Ese era un sitio en el que querían estar los californianos, pero su misión se volvió: contener a una ofensiva patirroja que en estos playoffs solo una vez ha anotado menos de tres carreras. Y el segundo juego del Clásico de Otoño no fue la excepción.
Los Medias Rojas le llenaron la casa a Hyun-Jin Ryu y el relevista Ryan Madson no hizo su tarea y los locales anotaron tres veces (una de caballito y dos con sencillo de JD Martínez).
La ventaja de 4-2 era corta, pero los bats de los angelinos tenían que despertar, pero debían de hacer algo que les ayudara, pero hicieron todo lo contrario. Por ejemplo, en el séptimo inning se fueron en solo 11 pitcheos, lo que le facilitó las cosas a los pitchers.
En el octavo rollo se entregaron de la misma manera, rápido, con 13 lanzamientos, y en la novena tanda solo vieron a Kimbrel subir al montículo, quien le puso punto final a la segunda historia de este Clásico de Otoño en solo nueve pitcheos.
El pitcher ganador fue de nuevo David Price, quien cumplió con una noche en la que en seis tandas solo le dieron tres hits y le anotaron dos veces, justo lo que los Medias Rojas estaban esperando de su abridor. En cambio, Hyun-Jin Ryu fue maltratado con cuatro anotaciones en 4.2 capítulos.