Abel Quiroz ingresó a la cárcel por primera vez en 2010 por robo de autopartes, luego en 2011, sería ingresado por el delito de daños a la salud y 2012 donde ahí tendría que cumplir una sentencia de 8 años, en donde su condena fue por robo a transeúnte, pero su vida daría un giro gracias al boxeo y ahora tiene la oportunidad de hacer sparring con el campeón mexicano Gallo Estrada.
“Fue difícil adaptarme, conforme vas caminando te la vas aprendiendo. Como no tenía tantos recursos, pues cuesta más trabajo. Ahí en la cárcel rifa quien tiene dinero”, sentenció Abel.
Abel relata que al ingresar a la cárcel no tenía conocimientos del boxeo, pero dentro de ésta fue aprendiendo el deporte gracias a su mentor Arturo Martínez Flores, el chato, quien conforme fue viendo el crecimiento de Quiroz, lo iba promoviendo más y lo cual le ayudó a crecer dentro de la cárcel, pues se fue ganando el respeto de todos.
Quiroz revela que al ser reincidente en sus ingresos a la cárcel, tuvo que cumplir su condena de 8 años y 8 meses pues ya no tenía la opción de salir como en las ocasiones anteriores. Sin embargo, pudo salir ocho meses antes gracias a lo que él refiere como "prescripción de la pena".
"Al doble de la sentencia que a ti te impugnan, se desvanece; y en la primera me habían echado dos años diez meses, de esos compurgo a los seis años, yo ya no debía nada de esa, por eso me hablaron ocho meses antes de cumplirla. Ya prescribió tu sentencia, tienes chance de salir, si no apela el MP, tú estás libre", confiesa Abel quien dice haberle caído de sorpresa la noticia.
Al salir, el ahora pugilista confiesa haber pasado tiempos muy difíciles pues se había acostumbrado al ritmo de la cárcel donde ya sabía cómo generar ingresos, pero al estar libre no sabía qué hacer para ganar dinero por lo que pasó por su mente volver a delinquir, sin embargo, atribuye que todo lo aprendido en el box le "salvo la vida".
"El box transformó mi vida, forjó mucha disciplina en mí, sí cambió mi vida. No es que me la piense, pero digo, yo ya lo viví, ya para qué otra vez, ya nadie me la va a contar”, refiere Abel.
Finalmente, Abel habla sobre la experiencia de poder entrenar con Juan Francisco El gallo Estrada quien afirma “ser un orgullo” para él pues mira en retrospectiva la vida que tenía antes en comparación a la de ahora y se muestra satisfecho de haberse reintegrado a la sociedad y lograr cosas importantes dentro del boxeo.
AGB