Hace 45 años nadie en el estadio 20 du Maipara, de Kinshasam Zaire, hoy República Democrática del Congo, tenía idea que presenciaría historia pura, no solo del boxeo, sino de todo el deporte a nivel mundial, cuando vieron cómo Muhammad Ali y George Foreman se batían en ocho impresionantes rounds en un combate conocido como la Pelea en la Selva.
Fue el dictador Mobutu Sese Seko el artífice de este hecho, ya que, con el objetivo de poner al nuevo gobierno en el ojo del mundo, hizo todo lo posible para ser anfitrión de los mejores pesos pesados de la época, con ayuda del famoso y polémico promotor, Don King, quien comenzaba a abrirse camino en este mundo.
Con 32 años, Ali llegaba al combate luego de tres años de suspensión por negarse a cumplir el servicio militar con Estados Unidos al cuestionar “¿Por qué debemos viajar otros negros y yo a 16 mil kilómetros de nuestra casa a disparar a gente inocente que nunca nos ha molestado?”, pero con récord de 29-0-0.
En contraparte, Big George estaba en el apogeo de su juventud con 25 años, como campeón de los pesados, además de presumir una impresionante pegada y, aunado a la edad de su rival, le generaba una alta confianza.
Antagonistas dentro y fuera del ring
Mientras uno se jactaba de ser la representación de los Estados Unidos, al grado de ondear la bandera de las barras y las estrellas cuando ganó el oro en México 1968, mientras otros compatriotas reclamaban los derechos ellos negros con el puño en alto, simbolizando el Black Power, el otro defendía dichos derechos y se había convertido en una figura pública y líder de masas.
Muhammad fue recibido por los pobladores de Zaire como un auténtico salvador e ídolo. Su carisma e integración con la gente de la nación africana se acrecentó cuando la pelea pospuso a causa de una herida de Foreman, y con el grito “Alí Bumbaye” (Ali mátalo) lo ovacionaban. Por su parte, George llegó con la soledad que representaba su perro, que lo acompañó.
El combate que paralizó la historia
Con los títulos del AMB y la CMB en disputa, los pugilistas se subieron el ring para golpearse con intensidad durante solo ocho asaltado de los 15 programados.
En otra jugada del dictador Mobutu, la pelea comenzó a las 4:00 horas (tiempo local), para complacer a la audiencia estadounidense, mientras sus gobernados se quedaban sin señal para observar el acontecimiento que marcó el deporte.
En el inicio, Foreman decidió atacar con todas sus armas y rapidez, pero a la larga su desgaste de energía fue aprovechada por Ali, quien aguantó contra las cuerdas gracias a su grito de guerra “Alí Bumbaye”.
Al final, el que flotaba como mariposa y picaba como abeja, aplicó el cloroformo contra Big George, quien tras la derrota no boxeó por años y, cuando regresó, perdió, hecho que lo encaminó al declive.
Después de más de cuatro décadas, la Pelea de la Selva, en medio de territorio africana, y con dos de los mejores boxeadores en la historia como protagonistas, seguirá siendo recordada como la mejor de todos los tiempos.