Sí, ya no es el mismo Andy Ruiz que dejó su imagen por los suelos aquella nefasta noche del 7 de diciembre de 2019. Aunque tampoco es esa máquina que puede aspirar –hoy mismo– a contender de nueva cuenta por un campeonato mundial. Esta noche resistió y propuso, por eso fue merecedor de la victoria sobre un Chris Arreola que dio una buena pelea en los primeros rounds, pero luego se le acabó la energía. Por decisión unánime (dos jueces le dieron 118-109 y otro 117-110) The Destroyer está de regreso.
Con 12 kilos menos desde la última vez que subió al ring, Andy salió al ataque, buscando a Arreola con algunos rectos y jabs, y arrinconándolo en las cuerdas. El primer round fue para Ruiz.
En el segundo The Destroyer mantuvo la misma inercia; sin embargo, en ese deseo de conectar al rival cometió un error en el que dejó que Arreola le metiera un zurdazo directo al rostro que lo hizo trastabillar y caer. Vino el conteo, muy corto, pero fue el aviso que necesitaba Chris para demostrar que no sería un simple comparsa. Este asalto fue para él.
Ese golpe de Arreola dictó la norma para el tercer round. Otra vez Arreola se vio más rápido y contundente; Andy estaba pecando de ansiedad y descuido, y de nuevo fue conectado por su rival, a nada de visitar la lona de nueva cuenta. La pelea, a todas luces, se había salido del guion esperado. Este episodio terminó con un intercambio entre ambos boxeadores.
Estaba claro que Andy Ruiz tenía que bajar las revoluciones y cuidar su defensa, la zurda de Arreola así lo ameritaba. De tal forma que el cuarto round fue más lento que los anteriores, ambos cuidando la distancia, pero con un The Destroyer igual de propositivo, pero sin lograr conectar nada de cuidado.
A estas alturas de la pelea, las estrategias estaban muy claras: Ruiz trataba de llevar la batuta, tratar de diezmar al rival con golpes constantes, mientras que Arreola se veía muy cómodo al contragolpe. El quinto fue similar al cuarto, sin mucho arriesgue.
La pelea llegaba justo a la mitad. Ruiz trataba de recuperar el terreno, pero Chis amenazaba en el momento que la defensa se abría, así se fue el sexto episodio y también el séptimo. Ahora sí, el combate se enfilaba hacia su recta final, donde la preparación física sería fundamental.
Hasta ese momento Andy ya tenía el control, o al menos ya no recibía el castigo de los primeros asaltos, también era el que más estaba conectando para una posible decisión. Para el octavo Arreola denotó cansancio, sobre todo en el brazo izquierdo, pero evitó un castigo fuerte de Ruiz.
La pelea se estaba haciendo vieja y en ese terreno ya las tarjetas debían favorecerle a The Destroyer.
Empezaba la cuenta regresiva con el décimo round. Ruiz se veía mejor físicamente, pero tampoco se desbocaba en ir por el rival. En el 11 Arreola trataba de subsistir manteniendo la distancia, mientras que Andy sabía que la pelea, si se iba a las tarjetas, ya no se la podrían arrebatar.
Así llegó el episodio final, el último intento de Arreola para conectar un golpe milagroso que le diera la victoria, pero nunca llegó. Ruiz resistió y dominó, sin avasallar ni nada parecido; a Arreola fue, quizá, una digna despedida de las carteleras estelares. A sus 40 años, el físico no le dio para más, ese que hoy presume The Destroyer, en su intento ferviente de rescatar su carrera. Faltara verlo ante un rival más exigente.
ZZM