La boxeadora canadiense Kim Clavel, campeona mosca de la NABF, no pudo defender su título por la contingencia del coronavirus y de inmediato tomó la decisión de desempolvar su uniforme de enfermería y regresar a un hospital.
Kim decidió presentar sus servicios en el CHSLD de Montreal, una casa de atención al adulto mayor.
“Es realmente difícil psicológicamente. Esas personas mayores se sienten solas. Están tristes Algunos de ellos no entienden la situación (covid-19), por lo que no quieren quedarse en sus habitaciones. Es realmente complicado”, dijo Clavel en una entrevista a la Gaceta de Montreal esta semana en un raro día libre, tan agotada que se despertó cuatro horas después de la hora programada para la entrevista. “Tenemos que hacer de enfermero y psicólogo al mismo tiempo”.
Clavel, de 29 años, ha sido enfermera durante seis años, trabajando en la sala de maternidad del Centro Hospitalario Regional de Lanaudière en Joliette, pero tomó un año sabático en agosto pasado para concentrarse en su carrera profesional de boxeo.
Invicta en 11 combates, Clavel tenía programado hacer la primera defensa de su título el 21 de marzo en el Casino de Montreal, su primer pelea en calidad de estelar. La pelea, por supuesto, fue cancelada debido a la pandemia de coronavirus y confesó que lloró por un par de días.
“Tuve la opción. Podría haberme quedado en casa, sin hacer nada, y esperando el dinero del gobierno. Tenía permiso para ayudar y necesito ayudar, así que lo hice. Siento que puedo marcar la diferencia. No tengo miedo”, afirmó la boxeadora que reveló que su carrera probablemente se reanude hasta septiembre.