El mexicano José Zepeda cumplió el sueño de todo boxeador, estelarizar uno de esos duelos que dejan al fanático al borde de la butaca y gritando de emoción, pero reconoce que el trabajo no está terminado, por el contrario, a penas comienza.
Con 10 días para asimilar lo que significó enfrentar al ruso Ivan Baranchyk un duelo que se puede alzar como el mejor del 2020 - en donde tanto él como su rival visitaron la lona en 8 ocasiones, 4 por cada uno, para después levantarse y ganar por nocaut en 5 rounds – Chon Zepeda ahora disfruta del momento, pero sabe que pronto tendrá que poner de nuevo manos a la obra y defender la posición de la que se adueñó.
“Siento que con esta pelea se ha dado a conocer mi carrera. Se siente un orgullo muy grande que esté considerada la pelea del año. Uno siempre sueña estar en una pelea así y me tocó, aunque uno no lo planea. Sabemos que la resistencia se va a poner más fuerte. Enfrente vienen retos más grandes y por eso habrá que trabajar más duro. Pero siempre con los pies sobre la tierra”, dijo en conferencia de prensa el peleador al que hoy le fue entregado el cinturón plata avalado del Consejo Mundial de Boxeo por Mauricio Sulaiman en una ceremonia en donde también estuvo presente su promotor Fernando Beltrán de Zanfer.
Chon tiene en claro lo que le gustaría para el futuro, pues aún piensa en vengar la derrota que sufrió ante el monarca mexicano José Ramírez, luego de esa apretada pelea que sostuvieron en febrero del 2019, pero si las circunstancias no lo permiten, pues Ramírez ahora tiene en puerta un duelo de unificación, bajaría a la división de los ligeros, donde se encuentra Teofimo López o Vasyl Lomachenko.