Ricardo Finito López concretó a lo largo de su carrera un palmarés que lo llevó a ser considerado como uno de los mejores boxeadores libra por libra; logró un récord invicto en 52 combates, fue campeón mundial de peso mínimo del Consejo Mundial de Boxeo, ganó los campeonatos de la Asociación Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo en la misma categoría, posteriormente conquistó el título de la Federación Internacional de Boxeo en peso minimosca, el cual defendió con éxito en dos ocasiones antes de retirarse del deporte profesional.
Sin embargo hubo un hombre clave en sus primeros años como boxeador y fue Arturo el Cuyo Hernández quien, pese a su temprana edad le vio madera para campeón del mundo, fue su mentor e incluso el Finito lo llegó a considerar como su segundo padre.
A los 6 años, Ricardo López tuvo su primer acercamiento con el boxeo en el Gimnasio 'Los baños Avenida' donde tuvo la oportunidad de subirse al ring en una pelea frente a un niño de su misma edad.
Después de eso y ante la negativa de su madre para que López se dedicara al boxeo, llegó Arturo Hernández al Gimnasio 'Los baños avenida'. Para ese entonces, el Cuyo ya era conocido como uno de los mejores managers.
"Más adelante me dice mi papá '¿sabes quién se cambia aquí al gimnasio de los baños?' Don Arturo El Cuyo Hernández, con todo su equipo de boxeadores'. Fue cuando yo voy al gimnasio Lupita y lo conozco, empiezo a entrenar ahí. Ahí fue otra cosa", señaló el Finito en una entrevista con Javier Alarcón.
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"Empiezo a entrenar con él y aprendo lo que es boxear pero la técnica y me tienen caminando casi dos veces con la guardia puesta, tirando el jab", añadió.
Posteriormente,Ricardo comenzó a pelear en torneos locales y tras haber ganado todos sus combates ingresó al campeonato 'Guantes de Oro' en la categoría amateur en la división papel de 'peso píldora'.
"Gano los Guantes de Oro, entonces Don Arturo ya me empieza a ver como niño pero ya me empieza a ver mejor. Cuando me empieza a tomar en cuenta fue cuando yo empiezo a ganar torneos", expresó.
"Me dijo Cristina Pacheco que Don Arturo le dijo 'quieren entrevistar a alguien entrevisten a ese niño, ese va a ser campeón del mundo', yo no sabía hasta ahora, hasta después que me retiré. A mí me dijo 'tú tienes con qué ser más de lo que has logrado'", apuntó emocionado.
Hoy considerado uno de los mejores managers del mundo, El Cuyo Hernández además de couch fungía también como padre y señala López que él fue con quien aprendió la disciplina.
"Fue un gran maestro para mí, lo clasifiqué un día como mi segundo padre", puntuó. (A partir del minuto 24)
El 25 de octubre de 1990, Finito López enfrentó a Hideyuki Ohashi en Tokio, Japón a quien venció por nocaut para conquistar el campeonato del mundo en peso paja, haciendo realidad la predicción del Cuyo Hernández años atrás.
Ricardo se retiró como boxeador invicto tras 52 peleas e ingresó al salon de la fama de Nueva York el 7 de junio de 2007 por votación unánime.
FCM