El tan esperado regreso a casa del campeón indiscutido, Saúl Álvarez, está a la vuelta de la esquina. El próximo 6 de mayo, el Canelo enfrentará al campeón interino supermediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), John Ryder en el Estadio Akron, casa de las Chivas del Guadalajara, inmueble que albergará su primera función de boxeo y que cuenta con una capacidad de 46 mil aficionados, pero para este evento el número podría ampliarse a casi 50 mil fanáticos.
La entrada que se espera para la reyerta entre Canelo y Ryder no será ni el 50 por ciento del récord de asistencia en una pelea de box en México, ya que, hace 30 años, en 1993, se registró una entrada de 132 mil 274 personas (poco más de cuatro mil aficionados se quedaron afuera esperando un boleto) en el Estadio Azteca para ver la pelea entre la Leyenda del Boxeo, Julio César Chávez, ante Greg Haugen, enfrentamiento que quedó marcado en la historia, ya que aquella noche en el Coloso de Santa Úrsula –que albergó las Copas del Mundo 1970 y 1986– se impuso un récord Guinness de asistencia a nivel mundial.
Aquel sábado 20 de febrero de 1993, los 136 mil fanáticos (cifras dadas por el promotor norteamericano Don King minutos antes del inicio de la reyerta) fueron testigos de la victoria del Gran Campeón Mexicano, quien noqueó en el quinto round a Haugen, quien llegó a la pelea con un récord de 31 victorias, de las cuales 16 fueron por la vía del nocaut, cuatro derrotas y un empate.
Chávez castigó a Greg luego de advertirle que le ‘arrancaría la cabeza’, tras las polémicas declaraciones del norteamericano y así revalidar su título de campeón superligero.
A 30 años de aquella noche llena de historia y gloria, Julio César Chávez recordó:
“Imagínense 132 mil personas gritando: '¡Chávez, Chávez!' o '¡México, México!'. Fue una noche grandiosa. Le quité lo hablador por hocicón y por grosero”.
ZZM