El campeón mundial ligero del Consejo Mundial de Boxeo, el estadounidense Devin Haney retuvo su corona con una decisión unánime sobre el venezolano y multicampeón mundial Jorge Linares, sin embargo esas tarjetas no reflejaron el peligro en el que estuvo los últimos seis minutos de duelo.
La noche del sábado en Las Vegas, Linares retó a Haney por el título que alguna vez estuvo en su poder (2018) y a pesar de que los primeros dos tercios de la pelea fue superado en habilidades nunca dejó de intentar lastimar al monarca, hasta que llegó el round 11.
Haney hizo gala de un gran trabajo de mano izquierda con jabs de poder y ganchos que impactaron sin problema a pesar de la guardia alta del venezolano, boxeó, presionó, contragolpeó e hizo fallar a Linares. Y gracias a esa actuación se abrió espacio en las tarjetas de los jueces llevandose el triunfo por 116-112, 115-113 y 116-112.
Los problemas de Haney empezaron en el penúltimo round, cuando una mano derecha en corto lo puso sobre piernas tambaleantes, aunque aguantó la vertical, dejó de contestar golpes y su recurso fue amarrar. Linares estaba dispuesto a ir por todo, pero la falta de espacio para poder meter sus embates hizo que el rounds se acabara.
Con tres minutos para que acabara la pelea, Linares salió al último round con cautela y dio tiempo suficiente a Haney para volverlo a amarrar y no pudo encontrar ese golpe que cambiar asu suerte.
Haney defendió por tercera ocasión la corona WBC y mejoró su récord de 26-0, con 15 nocauts. Linares sumó su sexto descalabro.