No todo es un cuento de hadas en el boxeo. Conquistar un campeonato del mundo no es la solución a todos los problemas o al menos así lo piensa la estadunidense Franchon Crews, campeona del mundo quien para poder subsistir tiene que trabajar de tiempo completo, además de estudiar y de entrenar se da el lujo de diseñar ropa para otros boxeadores que le dejan un extra de dólares.
“Hace ya un rato que entendí que el boxeo no me hará millonaria, aunque me gustaría. Para mi es más como una adicción. Me encanta”, dijo la peleadora de 31 años, quien además de sus múltiples labores tiene que buscar y cerrar sus propias peleas por falta de promotor.
The Heavy Hitting Diva (Diva de golpes pesados), como le gusta que le llamen, es de Virginia, Estados Unidos, y conquistó el título mundial supermedio del Consejo Mundial de Boxeo en septiembre pasado al superar por decisión mayoritaria a la mexicoamericana Maricela Cornejo, a pesar de que en el terreno de paga sólo tiene seis peleas profesionales.
“Vaya reto”, reconoció. “Soy una persona con mucha energía y yo jamás dejo que nadie me diga que no puedo. Cuando te cierran las puertas en la cara, tienes que creer que tienes lo necesario para construir tu propia casa y cruzar tus propias puertas. Si la vida te da limones haz limonada y si no, pay de limón”, asegura la peleadora que además insiste en que otro de sus grandes debilidades es el canto.
Extrovertida, de fácil sonrisa y plática fluida, la afroamericana con estilo de Serena Williams asegura que ama al boxeo porque es el único deporte que saca las raíces de cualquiera. “No te puedes engañar en una pelea, el boxeo le muestra a todos de qué estás hecho”.
La peleadora que tropezó con el boxeo cuando buscaba rebajar unos kilos para lograr el sueño de ser cantante, reconoce que el camino de las boxeo femenil en busca de equidad es largo, pues aún no cuentan con apoyo de promotores, los sueldos apenas alcanzan para saldar los gastos de algunos meses de preparación y el interés de las televisoras en Estados Unidos es muy bajo, pero ve una nueva ventana de oportunidad en las plataformas de transmisión por internet.
“La verdad no creo que haya mucho que lamentar por la salida de televisoras como HBO, pues no ayudaron mucho al boxeo femenil. Pero ahora con tanta nueva plataforma tendrán que voltear a vernos… damos las peleas que la gente quiere. Jamás nos podrán acusar de falta de corazón o de rehuir peleas”, recalcó.
Con 31 años cumplidos, Franchon reconoce que tal vez todo lo que ella está haciendo sólo contribuirá a abrir el camino a otras peleadoras que apenas comienzan su carrera, pero para ella bien vale la pena el sacrificio, pues no tiene empacho de calzarse unos guantes y abrir el espacio que a ella muchas veces se le negó.