Antes de incursionar en el boxeo, Jake Paul sufría de falta de flujo sanguíneo ocasionado por las conmociones cerebrales que tuvo durante su paso en el futbol americano. Por ello, doctores le han recomendado al youtuber dejar el pugilismo, pero se niega a retirarse.
En una entrevista con Graham Bensinger, Paul confesó que se realizó un escaneo en su cabeza y el doctor le dijo que su sangre no fluía de forma adecuada.
"Me sometí a un escaneo cerebral antes de comenzar a boxear y el médico me dijo que había una falta de flujo sanguíneo debido a las conmociones que sufrí en varias áreas del cerebro durante mi carrera en el fútbol americano".
Los doctores le han recomendado dejar el box, porque tiene signos de daño cerebral a largo plazo, sin embargo, no se toma en enserio las sugerencias de los médicos. "Esto es lo único que le pueden aconsejar", comentó al respecto.
Además, Jake confesó que tenía una lesión en el lóbulo frontal antes de entrar al boxeo, pero esta empeoró en su primer año como pugilista. También tiene una encefalopatía traumática crónica, por lo que tiene dificultad para hablar y recordad cosas.
"A veces me doy cuenta de que a la hora de conversar con mis novias o mis amigos no recuerdo algo que debería recordar, algo que ocurrió hace un par de días. Y en mi habla, meto la pata cada 100 o 200 palabras que pronuncio, o acaban en plan arrastradas. Es algo que no solía hacer", comentó.
Jake Paul comenzó su carrera en los cuadriláteros en 2019 cuando se enfrentó al influencer AnEsonGib. Más tarde se enfrentó contra el ex basquetbolista de la NBA Nate Robinson y a los ex peleadores Ben Askren y Tyron Woodley.
RGS