Julio César Chávez apenas pudo contener las lágrimas cuando su mamá, Isabel, salió detrás de escenario para entregarle el cinturón maya del Consejo Mundial de Boxeo en una ceremonia, que le concedió el más alto honor.
En el marco de la inauguración del Consejo Mundial de Boxeo, en su edición 57 el sinaloense fue el centro de una fiesta en la que estuvieron presentes rivales de su pasado, como Mario Azabache Martínez, Óscar de la Hoya y el boricua Juan Laporte, para reconocer sus logros dentro y fuera de los encordados.
“La verdad que no lo esperaba, pero me aguanté de llorar, sobre todo cuando vi a mi mamá entrar. Es muy importante que se reconozca en vida, pero siento que no me lo merezco”, dijo el primer boxeador mexicano tras el reconocimiento.
Acompañado por Don King y Mauricio Sulaiman, Chávez González observó como el resto de los boxeadores presentes entre los que destacaban Miguel Cotto, Manos de Piedra Durán, Olexandr Usyk, Vasyl Lomachenko, Shawn Porter, Badou Jack, José Carlos Ramírez, Juan Francisco Estrada y Abner Mares.
SFRM