Manny Pacquiao salió de Malasia con un campeonato mundial nuevo bajo el brazo y la satisfacción de haber quebrado una racha de nueve años sin noquear a sus rivales.
En la arena Axiata de Kuala Lumpur el pelador filipino de 39 años no sólo se adueño de los fanáticos, también de la lona y las acciones que terminaron por maniatar al argentino Lucas Matthysse quien cayó por nocaut en siete episodios para ceder la corona welter de la Asociación Mundial de Boxeo, en lo que pretendía fuera su primera defensa mundial.
“Tuve cuidado, tiene mucho poder. Estoy sorprendido, porque Matthysse es muy fuerte, pero tuve mucha ambición y entrené muy duro para la pelea. No recuerdo hace cuanto noqueé a mi último rival, pero quiero dedicarle esta victoria a mi pueblo filipino. Hicimos un gran trabajo, pegamos fuerte y lo hicimos que fuera para atrás”, declaró Manny Pacquiao quien conquistó su noveno fajín mundial.
Al round inicial el senador filipino salió a medir las reacciones de su adversario y lo dejó mantener el centro del encordado para medir la potencia de sus puños, pero la respuesta del argentino fue muy diferente, pues cedió la batuta de las acciones al veterano.
Con manos rápidas y combinaciones nutridas, Pacquiao aprovechó para entretener a un pegador que tiene el 85 por ciento de probabilidades de nocaut, pero que la noche del sábado de nada le sirvió.
“Manny es un gran peleador, un gran campeón. Se gana y se pierde y me tocó perder ante un gran peleador”, reconoció el sudamericano que visitó la lona en tres ocasiones, dos de ellas poniendo la rodilla en la lona, como pidiendo tregua.
Pacquiao sorprendió a su rival cambiando la estrategia que se tenía proyectada y de plantó enfrente de su adversario e incluso, arriesgándose a un mal golpe, retándolo a que lo conectara y funcionó, pues Matthysse no supo que hacer con eso los siete episodios que duró la contienda y sucumbiendo ante la presión de un Pacquiao que no presentó signos de desgaste.
Con esta victoria, Pacquiao mejoró su foja a 60-7-2, 39 nocauts; mientras que Lucas Matthysse sumó su quinto descalabro, tercero en sus peleas de mayor importancia.
En el duelo preestelar de la noche el filipino Jhack Tepora mantuvo su calidad de invicto y el título interino pluma de la Asociación Mundial de Boxeo al noquear en nueve rollos al mexicano Edivaldo Ortega.
En un duelo pactado a 12 rounds, el mexicano tuvo complicaciones para imponerse y ante un monarca mucho más fuerte terminó cediendo en su primera oportunidad por un título mundial.
El Indio Ortega, quien por primera ocasión en su carrera se presentó fuera de México, encontró la forma de inclinar la balanza a su favor en el cuarto round, buscando presión y conectando su mano izquierda que impactaba a la perfección gracias a una guardia baja del oriental, pero la velocidad e impulso del tailandés terminó por encontrar la forma de impactarlo de lleno y mandarlo a la lona.
En el noveno y último episodio Edivaldo cayó a la lona producto de una combinación corta de golpes y aunque se incorporó, la presión que le imprimieron fue tanta que terminó por no contestar obligando al referi a parar las acciones y dejar el récord del mexicano en 26-2-1 y 12 nocauts. Tepora mejoró su foja a 22 victorias, 17 por la vía corta.
El monarca mundial de origen venezolano, Carlos Cañizales defendió la corona mundial minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo con un nocaut técnico en 12 rounds ante el chino Bin Lu.
Con sólo una pelea profesional, el chino decidió arriesgarse por el título mundial y aunque con una base sólida en el terreno amateur, no le alcanzó para sorprender al monarca que lo superaba con 22 encuentros profesionales.