El peleador filipino Manny Pacquiao logró someter a un peleador 11 años más joven y mantener a su lado el título mundial welter de la Asociación Mundial de Boxeo a sus 40 años de edad.
La noche del sábado en el MGM Grand de Las Vegas, Nevada, Pacquiao se impuso al estadunidense Adrien Broner en un duelo a 12 rounds en lo que fue la primera pelea del tagalo en Estados Unidos en un espacio de dos años.
Con tarjetas de 117-111, 116-112, 116-112, Pacquiao se llevó la victoria número 61 en su carrera profesional y de paso demostró que su idea de demostrar que la edad sólo es un número quedó en claro.
"Dios me dio la bendición de tener esta edad y poder seguir haciendo esto. Estoy muy feliz con lo que pasó esta noche", dijo el filipino, quien estuvo acompañado en su esquina por Buboy Fernández y Freddie Roach.
Mostrando escuela y apoyándose en la experiencia acumulada en sus 70 encuentros profesionales, desde el campanazo inicial salió a imponer un ritmo en el que El Problema no pudo mantener y frustrado poco a poco el peleador de 29 años comenzó a dejar de tirar golpes dejando la batuta del duelo.
PacMan, quien había hablado de un nocaut, tuvo que recorrer toda la vía para retener por primera ocasión el cinturón que le arrebató el año pasado al argentino Lucas Matthysse y de paso dar muestra de que la velocidad, reflejos y la puntería siguen estando de su lado.
El filipino, quien en su haber es el único en la historia con 7 divisiones conquistadas, dominó a base de golpes a las zonas blandas a un peleador que al final de la noche habló de robo, a pesar de que en las estadísticas no lo avalaron ahora que promedió cerca de ocho golpes por round, sin hacer daño alguno.
Al terminar la contienda, Pacquiao aseguró que si la revancha ante Floyd Mayweather es lo que los fanáticos desean, primero tendrá que regresar del retiro el multicampeón estadunidense, quien no se calza unos guantes de manera oficial desde que enfrentara a Conor McGregor en 2017.