Hace unos años Yamileth Mercado tomó la decisión de salir de casa, dejar a su familia, amigos y estudios para convertirse en campeona mundial de boxeo.
Proveniente de una familia sin boxeadores, la sorpresa llegó cuando ella –la única hija– decidió que el box era lo suyo, pero el apoyo se mantuvo intacto.
“Voltear a ver a mis amigos y ver que ellos aún están en casa, con su familia, es complicado. El que pasen meses sin ver a mi familia a veces me pesa y lo he tenido que trabajar psicológicamente. Soy la única mujer y la única dedicada a un deporte así. Yo era la niña, la chiquita y la chiflada de mi papá, fue un golpe para la familia y la sufrieron, pero estoy muy agradecida con ellos. Me vigilan para que no me falte nada. Fue un cambio muy radical venirme para acá, pero ahora con el cinturón de campeona mundial me doy cuenta que cada sacrificio ha valido la pena. Sé que ahora viene el brillo. Estoy despegando”, declaró a La Afición la joven monarca supergallo del Consejo Mundial de Boxeo.
Pero el ser campeona es un cambio que llega de golpe y a Yamileth le tocó afrontarlo en noviembre del 2019, cuando venció por decisión unánime a la keniata Fatuma Zarika; de la noche de a la mañana, con apenas 20 años, Yamileth levantó el cinturón verde y oro.
“Fue como un sueño, tardé en darme cuenta que por fin lo había logrado. Pero ahora a la distancia veo que mucho me ayudó el poder vivir y ver cómo trabajan campeones como Alacrán Berchelt o Gallo Estrada. Mi entrenador me insistió mucho que debía ser como ellos, no parar de trabajar y por eso siempre en las carreras daba todo para llegar junto a ellos, espero eso se refleje en el ring”, abundó la peleadora, que después de una paciente espera por fin podrá poner en juego este sábado, y por primera ocasión, el título mundial en Hermosillo, Sonora.
Quiere volver a la escuela
Cuando habla de sus compañeros de gimnasio, los campeones Juan Francisco Estrada y Miguel Berchelt, el orgullo se percibe en sus palabras, la admiración es una constante y por eso reconoce que de ellos está aprendiendo cómo ser una buena campeona del mundo: “Ellos son tremendos campeones con grandes guerras y yo quiero dejar una huella así en la historia y les estoy muy agradecida”.
Sin embargo, el convertirse en una figura dominante del boxeo no es la única aspiración que tiene Yeimi, quien por ahora es la primera campeona mundial de Chihuahua; entre risas revela que le encanta complicarse la vida y por eso está afinando detalles para regresar a la Universidad, y si el sistema se lo permite, cursar el último año que le falta para titularse como enfermera.
“Cuando llegó el momento de prepararme para ir por el título del mundo la Universidad en la que estaba cursando mi carrera no me apoyó, por eso tuve que poner mi carrera en pausa. Me encanta lo que estaba estudiando, pero ahora veo que será mucho más complicado, pues en las Universidades que he investigado no me revalidarían la mayoría de mis materias. Técnicamente tendría que empezar desde cero y si es así estudiaría otra carrera”, sentenció.