A dos años de que dejó vacante el título de los pesos medios, el mexicano Saúl Álvarez volvió a la división para reclamar los títulos que por ocho años acompañaron al kazajo Gennady Golovkin y así reafirmó su posición como la figura más importante de los pesos medios en la actualidad.
El tapatío de 28 años subió con la intención de dejar de dejar en claro el panorama de la división y lo resolvió con una decisión mayoritaria llevándose dos de tres tarjetas de los jueces, mientras un tercero vio empate. Por lo que ahora es dueño de las coronas de la Asociación Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo.
“Yo no soy cualquier rival, soy un peleador de elite y aquí lo demostré. Golovkin me ganó algunos rounds, pero yo estaba haciendo mi trabajo y lo hice bien, sabía que era algo que podría recuperar”, aseguró el peleador que hace un año en la misma arena había empatado en polémico resultado.
A diferencia de la primera contienda, Canelo esta vez salió a plantarse al centro del ring e intercambiar golpes, su objetivo – había comentado – era salir de ahí noqueando aunque ese golpe nunca llegó. Ambos demostraron mucha fortaleza física y una preparación que los llevó a completar 24 rounds.
“Dije que iba a ir para él, es un gran peleador. Hice todo mi esfuerzo para noquearlo, pero no se pudo, me llevo la victoria y me llevo los cinturones para México. Si la gente quiere otra pelea, pues la hacemos, pero ahorita quiero estar con mi gente” abundó el peleador que mejoró su foja a 50 triunfos, una derrota y dos empates, con 34 nocauts.
Fue una pelea en donde ninguno de los dos dejó mucho tiempo sin que hubiera algún tipo de respuesta, cerrando las tarjetas lo suficiente como para que el duelo si inclinara para cualquiera de los dos lados, dejando a los jueces un complicado espacio para dar el veredicto. Aún así los tres oficiales de ring se inclinaron por el peleador de mayor efectividad a la hora de los castigos.
Un corte de ‘Canelo’ en la primera mitad del duelo pudo haber complicado el panorama, pero un buen trabajo de esquina impidió que la sangre fuera un factor en contra y el mexicano se enfocó en aplicar su estrategia.
Con esta victoria, el mexicano mejoró su foja a 50 victorias y ahora como monarca tendrá que adquirir los compromisos que tenía con los retadores mandatorios de los organismos que lo avalan.