Este miércoles 20 de mayo se cumplen tres años del ascenso de los Lobos BUAP a Primera División, escuadra que tuvo un paso fugaz para convertirse hace un año en los Bravos de Ciudad Juárez, acción que cambió el panorama deportivo de la entidad que gozaba al tener dos escuadras en el máximo circuito.
Y es que luego de la algarabía que el arribo de los licántropos generó entre la afición angelopolitana, tras vencer en dramática serie a los Dorados de Sinaloa, que se perfilaban como los favoritos, el sueño pronto terminó, derivado de la falta de resultados y conflictos de orden directivo.
Fue gracias a Rafael Puente del Río, que recibió su primera oportunidad como estratega, que los lobeznos sorprendieron a propios y extraños, ello luego de haberse coronado campeones del torneo Clausura 2017, tras vencer, irónicamente, a los Bravos de Ciudad Juárez, franquicia que años después habría de tomar el puesto de los poblanos.
Y es que tras descender en su año de debut en Primera, Lobos se mantuvo gracias a la regla que la Federación Mexicana de Futbol creó en su afán de establecer un nuevo orden en el máximo circuito, donde al cabo de un pago de 120 millones de pesos, la BUAP continuó de la mano de Juan Francisco Palencia como técnico, que pese a tener un torneo decoroso, pronto se despidió al igual que el resto de la organización, tras la polémica de venta, que aún mantiene un pleito en los tribunales por tal acto.
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