El narcotráfico en México y el deporte han estado ligados históricamente de una u otra forma, lo que ha dado a pie a historias que parecerían sacadas de cualquier serie de televisión o película. Tal y como ocurrió hace 21 años en los Juegos Olímpicos de Sídney, cuando miembros de una organización delictiva viajaron a Australia sin imaginar que dicho placer los enviaría tras las rejas.
Francisco Ríos Valderrama y Armando García Quiroz, integrantes de la banda narcotraficante Los Tres de la Sierra, acudieron a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, específicamente, a una competencia del mexicano Cristian Bejarano Benítez, quien fue el único boxeador en ganar medalla –bronce- en aquella justa.
Con banderas de México y los tradicionales sombreros, los capos que en ese entonces figuraban entre los más buscados por el gobierno estadunidense, fueron captados por la trasmisión del evento, justo cuando enfocaban al público en las gradas que apoyaba al pugilista mexicano.
Rápidamente se orquestó un operativo en conjunto con la policía de Australia, quienes lograron identificar y capturar a los narcotraficantes, detenidos en septiembre de ese año cuando intentaban abordar un vuelo de conexión a Argentina antes de volver a México.
Tras un año en prisiones australianas, finalmente fueron deportados a Estados Unidos, donde los dos recibieron condenas de cadena perpetua por el delito de tráfico de drogas.
Cabe señalar que desde enero de 1996, la organización de los Tres de la Sierra, la cual operaba en Chihuahua, introdujo y distribuyó más de 60 toneladas de mariguana en Estados Unidos.