Desde principios de año, Efraín Juárez tomó un rumbo distinto en su carrera profesional. Se retiró como futbolista a los 31 años, después de su paso por el futbol de Noruega, y ahora es auxiliar técnico en el New York City de la Major League Soccer.
Era un paso que necesitaba dar, lo decidió “en un momento de honestidad”, porque necesita ver el futbol desde otro ángulo.
Sin embargo, sus primeros meses en esta nueva etapa no son los que él hubiera deseado. La pandemia mundial por coronavirus frenó la actividad, y justamente le ha tocado enfrentarla en una ciudad que se convirtió en el epicentro del covid-19. Incluso, sin su esposa e hijos, que se quedaron en México y ya no pudieron llegar a Nueva York.
“Cambió la ciudad, el estado, el país en cinco semanas, es otra ciudad. Es muy triste porque la gente que conoce Nueva York sabe lo que significa, una ciudad cosmopolita, llena de gente, de vida, a cualquier hora hay movimiento, bares, hay eventos, conciertos, espectáculos. Es una ciudad que realmente vive. Mi esposa y mis hijos se quedaron en México, a estas alturas creo que fue lo mejor, porque no se vive lo que acá”, dijo a MILENIO-LA AFICIÓN.
El New York City se preparaba para la jornada 3 de la temporada 2020, en la que iba a recibir a Dallas, luego de perder ante Tigres en la Concachampions, cuando recibieron la noticia de que se suspenderían todas las actividades.
“Iba con el técnico rumbo al entrenamiento, porque en esos días todavía nos quedábamos en un hotel, nos llama el director deportivo y nos dicen, ‘ni vengan, nos acaba de hablar la Liga, la gente de gobierno y se va a cancelar todo’. Yo pensé, ‘se va a cancelar para controlarlo’, pero nunca piensas que dure tanto tiempo, que sea tan trágico, que haya tantas muertes y contagios. Lo más parecido que viví fue la influenza en 2009, pero nos duró una o dos semanas y yo podía ir a entrenar, tenía que tener precaución, pero podía hacer las cosas”.
Juárez creía que en unos días todo volvería a la normalidad y no ha sido así. La MLS cada vez extiende más la suspensión de la Liga.
“Las autoridades ya cerraron todo, hasta hoy es un Nueva York apagado, no hay gente en la calle. De ver el escenario que era esta ciudad a ver calles vacías fue triste y es un shock, esto lo veía en las películas y luego lo vi aquí”.
El mexicano no oculta que en su momento se sintió atemorizado por lo que se vivía, “había desinformación, yo no sabía si iba al súper y agarraba algo y me contagiaba, por más que estuviera protegido. Hay gente que es asintomática, no sabía cuál era la situación, no sabía si solo me tenía que quedar en mi casa y en lugar de ir al supermercado grande, solo ir al de la esquina para comprar lo necesario para ese día”.
Señaló que “en su momento, fue de la noche a la mañana, nos decía que no podíamos salir porque llegó el coronavirus, porque se está muriendo gente. Luego, el propio gobierno se dio a la tarea de informar, cómo podías protegerte, cuáles eran las causas, qué es exactamente el coronavirus”.
Nueva York no transmite el mismo colorido, la misma vida de siempre, pero poco a poco, la gente se sacude el temor.
“Varios salen un poco a caminar a la cuadra, pero son contados. Van cinco o seis semanas en esta situación, algo que recién se vive en México. Las noticias dicen que está más controlado, que sigue habiendo casos, pero menos del promedio, que han bajando las muertes, eso da esperanza, ojalá y se pueda controlar en Nueva York y todo el mundo”.
Por lo pronto, Juárez espera el momento de reanudar su nuevo camino como auxiliar técnico, para algún día dar un salto más grande. Efraín surgió de las fuerzas básicas de Pumas, fue campeón del Mundo Sub 17 en el 2005, y luego emigró a Barcelona, regresó a México para ser campeón con Pumas. Tuvo la oportunidad de jugar en el Celtic de Escocia, en el Real Zaragoza de España. También pasó por Monterrey y por el Vancouver Whitecaps.
FCM