Hakan Sukur, ex jugador de la selección de Turquía, es recordado por haber marcado el gol más rápido en la historia de un Mundial (Corea-Japón 2002), pero ahora su vida ha dado un giro radical, ya que actualmente es conductor de Uber en Estados Unidos.
El goleador turco brilló en el Galatasaray; sin embargo, tuvo que salir de su país por un problema político luego de que fuera acusado de realizar un golpe de estado contra el presidente Recep Tayyip Erdogan.
Tras finalizar su etapa como futbolista profesional decidió ingresar a la política, uniéndose al partido AKP, del cual se saldría unos años más tarde, lo cual no fue del agrado del mandatario, por lo que sufrió de persecución.
"Estoy empezando a trabajar ahora. No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo", comentó el ex seleccionado turco.
En una entrevista para el periódico alemán Welt am Sonntag, Hakan contó que en 2015 tuvo que salir de su país porque le congelaron sus cuentas, además de dejar a su padre, quien fue encarcelado y que años más tarde fue liberado, ya que padecía de cáncer.
"Cuando me fui, encerraron a mi padre y todo lo que tenía fue confiscado. Es un momento muy difícil para ellos. Todos los que tienen que ver conmigo tienen dificultades financieras".
Cuando llegó al país norteamericano, Sukur abrió una cafetería, la cual tuvo que cerrar por problemas, luego de que un aficionado fuera encarcelado en Turquía tras descubrirle una foto de Hakan.
"Dirigí un café aquí por un tiempo. Personas extrañas vinieron a mi café y tocaron música Dombra. Cuando regresó a Turquía, descubrieron la foto en su teléfono móvil y lo encerraron en la cárcel durante 14 meses".
Actualmente, Hakan Sukur vive en Washington, donde es conductor de Uber, además de vender libros para poder mantenerse.
ZZM