Iván Zamorano y María Eugenia Larraín eran la pareja más mediática de Chile hace más de una década, pues ambos se veían muy enamorados, al grado de que sellarían esta bella relación en el altar, pero de un abrir y cerrar de ojos, todo terminó.
Fue en 2003 cuando Zamorano y Kenita, como es conocida la modelo chilena, anunciaron su compromiso, mientras que la boda se realizaría el 14 de febrero de 2004, justo en el Día del Amor y la Amistad.
A la boda que se celebraría en el "Palacio Cousiño" estaban invitadas 700 personas entre las que asistirían personalidades del mundo artístico y deportivo como Alejandro Sanz, Ronaldo, Zanetti, Giorgio Armani. De acuerdo a fuentes de aquel entonces, se estima que la ceremonia tuvo un costo alto.
El jueves 12 de febrero de 2004, día de la boda por el civil llegó la cancelación a través de un comunicado que decía: "con mucho dolor y mucha pesadumbre nos sentimos en el deber de comunicarles que nuestro matrimonio no se realizará como se había anunciado".
"Esperamos que comprendan que no ahondaremos más las razones en torno a algo que pertenece a nuestro ámbito más íntimo".
Inmediatamente, los rumores comenzaron a correr en la prensa rosa, quienes mencionaron que Kenita había sido infiel con el ex tenista Carlos Moyá, incluso el mismo día del anuncio de la cancelación, ella ya estaba tomando un vuelo a España.
Otra de las versiones fue que Larraín asistió al concierto de Luis Miguel en Santiago de Chile, donde el cantante le habría dado una tarjeta con su número, lo cual causó el enojo del Bam Bam Zamorano.
Después de tantas historias creadas, fue en 2017 cuando la modelo chilena decidió romper el silencio y hablar sobre lo sucedido hace 16 años.
"Esto no lo he contado nunca", fue lo primero que dijo Kenita para el extinto programa Primer Plano de Chilevisión, quien además reveló que ambos acordaron con terminar su compromiso y tras ello recibió una invitación del ex tenista Carlos Moyá: "como si hubiera caído del cielo, porque yo estaba destrozada"
"Habíamos peleado con Iván y yo me sentía muy mal, destrozada. Chateamos mucho tiempo por Messenger (de Hotmail) con Carlos y al final él me dice: ‘¿quieres venir a España?’, para que no estuviera tan mal, tan sola. Y yo le dije ‘bueno’, y me tomé el avión y me fui a España. Iván y yo éramos muy inmaduros", comentó.
De acuerdo a Kenita, el día que decidieron poner fin a su relación y a la boda, por que para ella fue definitivo, "quizá él siempre tuvo la esperanza de que no fuera así".
Además, aseguró que nunca había fijado fecha para la boda civil, siendo el propio Zamorano quien anunció que sería el jueves, día en el que ella estaba de viaje.
"Por eso la prensa se enteró el jueves, el sábado teníamos la boda y él no suspendió nada. De hecho, el miércoles tuvo la despedida de soltero y yo no estaba en Chile".
Luego de todos los rumores, María Eugenia Larraín expresó que pasó a ser la mala del cuento, cuando realmente se fue a España por la invitación de un amigo.
ZZM