Natalia Macías y Jhonathan Lazcano, entrenador de Pumas femenil, fueron los protagonistas de una polémica que se dio en los últimos dos días en el equipo auriazul, debido a un video que se hizo viral en el que se aprecia al director técnico empujando a la delantera del cuadro universitario.
Este controvertido incidente se dio en el segundo tiempo del duelo ante el Cruz Azul, cuando Macías Valadez salió molesta por salir de cambio, en ese momento se observa cuando el entrenador de las Universitarias la empuja por la espalda, situación que causó críticas por parte de algunos seguidores e incluso de la comentarista de TUDN, Georgina González.
Luego de los comentarios que se dieron en redes sociales, tanto Natalia como Jhonathan salieron a hablar de lo acontecido, donde ambos llegaron a la misma conclusión.
“Cosas de futbol, que solo los que están ahí en la cancha, solo los que jugaron entienden la adrenalina de querer seguir jugando y ese momento donde sacas coraje, pero cosas de futbol”, explicó la jugadora en entrevista para Línea de 4 de TUDN.
Respecto a la molestia que causa a los jugadores cuando salen de cambio, el entrenador de Pumas dijo que es totalmente entendible, pues todos quieren terminar un encuentro y el enojo solo es producto de la intensidad con la que se vive el futbol.
“Lo raro es cuando no se es competente, y aquí se es competente en todos los momentos, en todas las situaciones, creo que es una reacción de alguien competente, y va por ahí, son temas de futbol, de intensidad, de emociones que las tienes a tope”, expresó Lazcano.
Cuando Natalia Macías vio los comentarios sobre el empujón que le dio su director técnico, aseguró que: “Sí me sorprendió porque en ese momento ni siquiera me acordaba de ese momento eufórico, abro Twitter y puras cosas fuera de contexto”.
Por último, la futbolista de 19 años hizo hincapié en que fue un empujón sin violencia o por tratar de agredirla, sino que fue un acto por la euforia.
“Conozco a Jhony, desde que llegué, fue quien me debutó por si no sabían, sé cómo es él, igual estamos en la cancha, se acerca y me dice unas cosas: ‘bueno, venga, va’, empujoncito eufórico, de futbol, nada del otro mundo, nada violento”.
ZZM