Era 1993, Michael Jordan venía de ganar su tercer título consecutivo de la NBA y recién había tomado la decisión de retirarse de la NBA, abriendo la posibilidad de hacer algo más en el deporte, como probar suerte en el beisbol.
Pero recibió una oferta que pudo haber cambiado el curso de la carrera del legendario jugador, pues el promotor Dan Duva puso sobre la mesa 15 millones de dólares en febrero de 1994 para que el basquetbolista enfrentara en un combate de boxeo al que resultara ganador del duelo entre Evander Holyfield y Michael Moorer.
Con 31 años de edad, y sin experiencia en el boxeo de paga, Jordan tuvo la oportunidad de ir por un título de peso completo.
“Esta oferta no es una broma, somos 100 por ciento serios. Parece que al señor Jordan le gusta probar que es el mejor, sin importar el deporte. . . Me gustaría ofrecerle el más grande reto individual, pelear por un Campeonato del mundo”, declaró Dan Duva al Chicago Tribune, periódico que en ese momento reveló la información.
A pesar de la gran oferta, Jordan – de 1.98 de estatura y 92 kilos peso - descartó subirse a un ring y declaró:
“Sólo pelearía con esos tipos si tuviera una pistola en la mano”, reconoció el jugador que sabía tenía una desventaja demasiado grande, más allá del gran negocio que pudo haber aterrizado.