Terminó la serie The Last Dance, en la cual durante los últimos episodios del documental, la ex estrella de la NBA desmintió el rumor del famoso The Flu Game, donde se llegó a mencionar que Michael Jordan jugó con gripe ante los Utah Jazz en las Finales de 1997.
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Sin embargo, Su Majestad comentó que se debió a una “intoxicación” por comer pizza en la noche, siendo el único del equipo que había ingerido ese alimento, que al ser entregado, le pareció un poco extraño para el preparador físico de Michael, Tim Grover, ya que de acuerdo a su declaración fueron entre cuatro o cinco personas las que llevaron la pizza.
“Eran cuatro o cinco trayendo una pizza. Pensamos que algo raro estaba sucediendo”, dijo Grover.
Pese a que Jordan se la pasó vomitando durante la madrugada y que no se veía bien físicamente, durante el quinto juego ante los Utah Jazz, MJ anotó 38 puntos y un triple determinante que llevó a su equipo a conseguir la victoria.
Ante las acusaciones de la supuesta intoxicación y que algunos llegaron a manejar que se trataba de una ‘pizza envenenada’, Craig Fite, el repartidor que llevó el alimento a Jordan esa noche, aclaró lo sucedido.
“¿Lo diagnosticaron a Michael? ¿Fue al doctor? Son solo insinuaciones. Seguí todas las reglas para preparar esa comida. No hubo otros informes de intoxicación sobre nuestros productos aquella noche. Esa pizza estaba bien hecha”, detalló en el programa The Big Show.
Además, les dijo a los demás que él sería el encargado de preparar la pizza y llevarla, para asegurarse de que nadie le echara nada y se aseguró de que todos los ingredientes estaban frescos y en buena calidad.
“Recuerdo haberles dicho a los demás que la haría yo para que ellos no pudieran hacerle nada. Luego, el conductor me llevó a la concentración y fuimos con la orden. Todos los ingredientes eran frescos y no se agregó nada que lo pudiera enfermar”, dijo el repartidor.
Para finalizar, le respondió al preparador físico Grover, ya que “es mentira que éramos cinco. Ni siquiera teníamos cinco personas trabajando en el local esa noche. Tan pronto como se abrió la puerta del ascensor, fue como si me hubieran golpeado en la cara con humo de cigarro. Recuerdo que estaban fumando una gran cantidad de habanos y tenían las ventanas abiertas. Él estaba sin camisa y hacía bastante frío”.
ZZM